Respetuosa, cariñosa y con carácter: amigos y adversarios definen a Yolanda Díaz

Respetuosa, cariñosa y con carácter: amigos y adversarios definen a Yolanda Díaz

La candidata de Sumar atesora una colección de 2.000 vinilos que apuntalan una afición por la música que heredó de su padre. La derecha destaca su "inteligencia" y el "trato exquisito" en lo personal.

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno, ministra de Trabajo y candidata de Sumar, durante un acto de campaña en Valencia este 8 de julio.Europa Press via Getty Images

El océano Atlántico no tarda en salir cuando se pregunta a sus amigos y allegados por ella. Yolanda Díaz Pérez, candidata de Sumar a la presidencia del Gobierno, tiene un apego especial por él, ligado a sus raíces de la ría de Ferrol, donde nació el 6 de mayo de 1971, hace 52 años. Le gustan los paseos por la playa y, siempre que pasa por Galicia, trata de juntar a los suyos, que alguien haga unas tortillas ("Porque a ella la cocina se le da bastante mal", según Antón Gómez-Reino, secretario general de Podemos Galicia) y poder compartirlas con unos vasos de vino.

De fondo, en esos encuentros, Díaz siempre procura que haya música, una de las pasiones que ha heredado directamente de su padre, el histórico dirigente sindical de los artilleros ferrolanos Suso Díaz. Apuntala esa afición una colección de "más de 2.000 vinilos", asegura Víctor Lezo, miembro de la Comisión Ejecutiva de CCOO-Industria de Galicia, en conversación telefónica con El HuffPost. Lezo y la candidata de Sumar se conocen "desde hace poco tiempo", bromea: "Apenas 40 años".

Gómez-Reino, esperando que Díaz no se enfade por destapar sus carencias culinarias, pasa de lo personal a lo político. Si tuviera que definir en una palabra a la candidata sería "determinación", y la relaciona con una "enorme capacidad de trabajo y un compromiso personal y ético vinculado a una capacidad innata para intuir cuál es el horizonte, el deseo y las necesidades que agitan la esperanza de la gente".

Lezo, por su parte, destaca el "compromiso" y la "coherencia": "El compromiso con los trabajadores y trabajadoras y con la ideas que defendemos. Y con esa coherencia por encima incluso de posiciones partidistas o disputas que pueda haber en las obligaciones políticas". Ambos señalan que la "tenacidad" y la "fortaleza" de Díaz son lo que le imprimen la capacidad para sacar adelante negociaciones en las que no cesa hasta que se encarrilan, por mucho que alguna de las posiciones se enroque en la "cerrazón".

Si alguna vez la ha visto enfadada ha sido por "faltas de rigor en el trabajo, o por saber que alguien falta a su palabra
Antón Gómez-Reino, secretario general de Podemos en Galicia

En ese marco, y aunque en "lo mundano" Gómez-Reino señala que Díaz puede llegar a ser "algo impaciente", destaca una de las negociaciones más consensuadas de la democracia, la de la reforma laboral. Díaz consiguió tras meses de diálogo que los agentes sociales, sindicatos y patronal, rubricaran el acuerdo para lanzar la nueva legislación, que ha resultado en una consolidación de la contratación indefinida y el fin de buena parte de la temporalidad en el mercado de trabajo.

Por contra, el modo en que salió adelante, con la traición de dos tránsfugas de UPN en el Congreso y el fallo de un diputado popular, Alberto Casero, que votó a favor y que decantó finalmente la aprobación por un solo voto, definen unas actitudes que entroncan directamente con algunas de las maneras de actuar que menos gustan a Díaz, según Gómez Reino.

El secretario general de Podemos en Galicia afirma que la vicepresidenta es una persona con "mucho carácter" y que si alguna vez la ha visto enfadada ha sido por "faltas de rigor en el trabajo, o por saber que alguien, en algún tema relevante, falta a su palabra".

No es que me gustara porque yo no soy comunista, pero entiendo que para una persona con sensibilidad de izquierdas sí
Fuentes parlamentarias del PP

Visiones desde la otra orilla

La figura de la ministra de Trabajo, que ha conseguido aglutinar a la gran mayoría de fuerzas a la izquierda del PSOE de cara a las elecciones generales, no solamente recoge elogios entre sus amigos y allegados personales y políticos. También desde la oposición.

"Los debates siempre han sido respetuosos a pesar de que fueran más o menos tensos, y eso es algo que se agradece", aseguran a El HuffPost fuentes parlamentarias del Partido Popular que han debatido con la candidata de Sumar sobre diversas cuestiones: "Había algo que llamaba la atención, y es que no era el típico perfil de Podemos en cuanto a las formas. No es que me gustara porque yo no soy comunista, pero entiendo que para una persona con sensibilidad de izquierdas sí".

Le reconocen, además una gran "inteligencia" política y un "trato exquisito". "Es una mujer muy agradable, la verdad que sabe separar muy bien la cuestión política de enfrentamiento con las cuestiones personales. Eso es fundamental, hay gente que luego fuera de la Cámara no puede mantener una conversación tranquila, y si la tiene es con algún interés". Díaz, sin embargo y según esta fuente, "siempre responde al teléfono" y está disponible para hablar. 

Sus contrincantes admiten que ven proyección en su figura "independientemente del resultado de las elecciones" porque ha sabido sacar una "arista" nueva. A Pedro Sánchez "le cae bien", comentan sus adversarios, y el "centroderecha la ataca por sus propuestas". En definitiva, ha sabido crear un "relato propio". En el partido hubo incluso "quien dijo  'Lo tenemos difícil si Pedro Sánchez se presenta con Blancanieves, porque ella no da miedo'", en comparación con el rechazo que podía suscitar Podemos.

"Cariñosa", "alegre" y "dulce"

Ledo hila sus palabras con las de la oposición política que encarnan los populares: "Es una persona extremadamente dulce y cariñosa, y eso te lo digo objetivamente, sin importar que yo sea amigo suyo, esto te lo dirán hasta quienes están en otros partidos".

Aunque ya no puede pasear tanto por la playa ni dejarse ver, debido a su "proyección pública", Ledo asegura que Díaz trata de hacerlo siempre que va a Galicia. "Eso de todas formas no quita que también nos sentemos a veces en una terraza en el centro de Ferrol", matiza el sindicalista, que cuenta cómo se "acerca gente a saludar y a hablar con ella", con quienes la candidata es "extremadamente amable".

A pesar de esa faceta, Díaz también guarda entre quienes la ven una visión militante muy fuerte. Gómez-Reino recuerda cómo en el primer mitin que compartieron juntos tuvo que salir intervenir después de ella. "Mi primer mitin me tocó cerrar después de que Yolanda revolucionara a la platea... ¡Menudo papelón el mío! Ahí la bauticé como La Pasionaria gallega. Y a partir de entonces traté de aprender de ella en mítines o en ruedas de prensa".

Ledo hace memoria y, en esa línea, también rememora un episodio de militancia durante el final de la primera década del siglo, cuando los barcos faeneros de Ferrol trataron de frenar la entrada de los buques gasísticos en las rías. "Yolanda estaba en una embarcación con las mariscadores delante de un gasero, con las lanchas de la Guardia Civil por allí cerca, y recuerdo que ella sonreía mucho", recuerda Ledo mientras apostilla que estaba "llena de vida y alegría".

Rencillas con otras fuerzas de izquierda

La trayectoria de Díaz, sin embargo, no está exenta de polémica. Algunos sectores de la izquierda gallega la acusaron cuando dio el salto a la política nacional de abandonar la trinchera que había ayudado a construir en la comunidad. 

Y es que el primer experimento similar a Sumar, en realidad, cuenta ya más de 10 años. En 2012 se celebraron elecciones a la Xunta de Galicia, y aunque Alberto Núñez Feijóo, candidato a la Moncloa el 23J, sacó mayoría absoluta, la novedad de aquellas elecciones fue la coalición de partidos Alternativa Galega de Izquierdas (AGE), que cosechó nueve diputados autonómicos. AGE estaba capitaneada por Xosé Manuel Beirás y la propia Díaz, y su asesor de campaña fue nada más y nada menos que Pablo Iglesias.

La "cultura de la negociación" de Yolanda Díaz, asegura Gómez-Reino, la trae "aprendida de casa", en referencia a su padre
Antón Gómez-Reino, secretario general de Podemos en Galicia

En las sucesivas elecciones autonómicas y generales de 2015 y 2016, las candidaturas ligadas a AGE, las Mareas Atlánticas, alcanzaron una gran cota de poder municipal. Pero si dieron la sorpresa con su explosión, también la dieron con su desaparición apenas cuatro años después, en 2019, cuando pasaron de ser la segunda fuerza más votada después del PP a quedarse fuera del Parlamento autonómico.

En 2019 Yolanda Díaz ya ejercía de diputada en el Congreso, y muchos dirigentes de las coaliciones de izquierdas, incluido el propio Beirás, la acusaron de tener parte de responsabilidad en la debacle electoral.

De la pandemia hasta Sumar

Tras las elecciones de noviembre de 2019, Díaz fue nombrada ministra de Trabajo, una cartera de las consideradas como secundarias que, en marzo de 2020, tuvieron que ponerse en primera línea para enfrentar la peor pandemia del último siglo, la de la covid-19.

Desde el Ministerio, Díaz aplicó junto con los agentes sociales la implantación de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que consiguieron salvaguardar los empleos de millones de trabajadores durante los meses más duros de la epidemia, cuando la actividad económica se frenó en seco.

Al mismo tiempo, y a pesar de que la pandemia monopolizó buena parte de la actividad ministerial, la cartera que dirige Díaz también puso en marcha la legislación para reconocer los derechos de las empleadas del hogar, la reforma laboral y a impulsar las subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) entre otras medidas.

La "cultura de la negociación" de Yolanda Díaz, asegura Gómez-Reino, la trae "aprendida de casa", en referencia a su padre Suso. Ese tesón también se dejó ver durante las negociaciones para constituir Sumar, el movimiento político con el cual se presenta a las elecciones generales.

Díaz ha conseguido poner de acuerdo a 17 formaciones políticas para concurrir juntas a los comicios en unas negociaciones que resultaron ser especialmente duras con Podemos, el partido de Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales; y de Irene Montero, ministra de Igualdad. 

La exclusión de esta última de las listas fue la piedra angular del desencuentro, los morados lo tildaban de veto, mientras que el entorno de Díaz siempre ha mantenido que se debió a la dificultad de encontrar un encaje para todas las fuerzas políticas en las listas. Finalmente, la militancia de Podemos avaló ir dentro de Sumar, independientemente del acuerdo al que se terminara llegando, casi cuando el plazo para registrar la marca ya se había consumido.

Pasado el revuelo, Sumar se lanza ahora a una campaña "en positivo", como la definen sus partidarios, para aglutinar todos los votos a la izquierda del PSOE y ser decisivos. Si logran ser tercera fuerza, según los estudios demoscópicos, lo más probable es que la derecha y extrema derecha no puedan pactar para llegar al poder y la reedición del Gobierno progresista se pueda consumar.

"Son sacrificios, no privilegios"

La vida militante, afirma Ledo, también conlleva sacrificios personales. "No soporto cuando alguien dice que [Yolanda Díaz] solo está pensando en ella. La gente que tenemos ciertas responsabilidades no las tenemos para el beneficio propio". El sindicalista afirma que muchas personas, ante estas tesituras, optan por priorizar la vida personal, pero ese no es el caso de la candidata de Sumar.

De hecho, el compromiso que Ledo afirma que tiene Díaz la ha llevado a una posición en la que tiene que enfrentar dilemas. "Muchas veces son sacrificios, no privilegios. Yo sé que en el caso de Yolanda es así. El sacrificio es tomar decisiones donde su compromiso y coherencia están por encima de su situación personal", concluye Ledo en referencia a que buena parte del tiempo que Díaz podría estar disfrutando con Carmela, su hija de 11 años, lo tiene que emplear en la campaña.

Los últimos años también han tenido episodios difíciles donde se mezclan la política y lo personal, sostiene Gómez-Reino. "Hace poco perdimos a una persona a la que ambos estábamos muy unidos, nuestro querido (ex-senador) Buitrón. Creo que esas experiencias de vida te hacen ser más consciente de la brevedad de la vida y por tanto, de la importancia de lo que se trata de hacer en política".

Muchas veces, el Atlántico queda lejos de la carrera a la Moncloa, pero se desprende de las palabras de Ledo y Gómez-Reino que en el espíritu de la candidata se encuentra impresa la última frase de la novela Romanticismo, de Manuel Longares: "[...] en el fondo, en la línea más azul del horizonte, somos el mar".