El error que muchos españoles cometemos y que supone 'una invitación' al asedio de llamadas 'spam'
El problema está en darle a "aceptar" antes de asegurarnos de qué estamos realmente consintiendo.

A pesar de que la legislación ha intentado poner freno a las llamadas fraudulentas o spam (es decir las llamadas comerciales no deseadas) se ha dejado por el camino un agujero por el que las empresas acosadoras se siguen colando: se trata de un resquicio legal que permite a estas empresas seguir aconsándonos con llamadas, "el consentimiento previo".
Con la revisión de la Ley general de las Comunicaciones, que entró en vigor en 2023, El Gobierno estableció que las empresas no pueden realizar llamadas comerciales no deseadas.
Pero la cuestión está en que, si, por ejemplo, nos llaman, y aceptamos la llamada, aunque se nos haga a través de una centralita de forma automática, ya no es "no deseada", porque hemos dado un "consentimiento previo" al que hace alusión también esta la misma ley.
Los expertos aconsejan, además, que, para evitarnos este problema, al menos por el momento, a la espera a que alguien remiende este agujero, cuando vayamos a contratar una línea de teléfono o abrir una cuenta en una aplicación móvil, tengamos en cuenta que siempre que pulsemos sobre "Aceptar" a las claúsulas sin haberlas leído realmente lo que aceptamos podemos estar dando este consentimiento.