La inteligencia británica avisa de que Moscú busca un "mayor efecto", pues muchos lanzamientos son interceptados por los sistemas de defensa aérea ucranianos.
Moscú aplica una técnica de guerra híbrida que se basa en moldear el pensamiento del oponente a través de retórica deliberada y operaciones de información, para que luego tome voluntariamente acciones beneficiosas para su Gobierno.
Es la primera vez desde el inicio de la ofensiva sobre Gaza, en octubre, en que Biden da un paso que se lee como un mensaje a Netanyahu para que afloje.
Son aviones viejos, de la era soviética, pagados a Kazajistán, que está modernizando sus tropas. ¿Para qué los usará Washington? La respuesta está en Ucrania.
Kiev no sólo no gana terreno, sino que lo pierde. Rusia lleva la iniciativa y se espera para verano una ofensiva fuerte que le permita ahondar en su poder. Pinta regular.