La inteligencia británica avisa de que Moscú busca un "mayor efecto", pues muchos lanzamientos son interceptados por los sistemas de defensa aérea ucranianos.
También tiene para los aliados occidentales de Tel Aviv: "cortará sus piernas" si cruzan "los límites", aunque no detalla cuáles son esas líneas rojas.
EEUU exprime la diplomacia con China, Turquía y Arabia Saudí para que le ayuden a disuadir a Teherán, que ha anunciado venganza tras el ataque con misiles a su consulado en Damasco, del que acusa a Tel Aviv.
"Es el único sistema que puede interceptar misiles balísticos" y "salvar vidas ucranianas depende de ello", según el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba.
No se trató de una "situación de mala suerte en la que, ups, lanzamos la bomba en el lugar equivocado (...). Está "muy claro quiénes somos y qué hacemos", denuncia.