De "Begoño" a la subvención fantasma: cronología de seis años de ataques a la mujer de Sánchez

De "Begoño" a la subvención fantasma: cronología de seis años de ataques a la mujer de Sánchez

Nada más llegar a Moncloa le acusaron de haberse gastado 500.000 euros de dinero público en muebles. Ahora, ha sido denunciada por posible tráfico de influencias y corrupción en los negocios. 

Pedro Sánchez y Begoña Gómez, en un acto del PSOE en la campaña del pasado 23-JEuropa Press via Getty Images

El pasado 19 de abril, cinco días antes de que Sánchez denunciara en una carta pública a la ciudadanía el fango que se está esparciendo sobre su mujer "día sí y día también", Pilar Baselga se acogía a su derecho a no declarar en el juicio abierto contra ella por difamar a la esposa del presidente del Gobierno. 

Dicha acusación tiene lugar después de que la difusora de bulos asegurara el pasado 22 de noviembre de 2022 en un programa de televisión de la cadena ultraderechista que Begoña Gómez es transexual: “Nuestra querida primera dama, bueno segunda dama porque la primera es la reina, me atrevo a decir que hay sospechas de que en un inicio fuera 'Begoño'. Esta esposa del presidente o esposo viene de una familia de tradición de saunas gays, esto hay que decirlo”.

La sandez es tal que hasta el presentador del programa se sorprendió por sus palabras, pero ella defendió que todo está previamente publicado y añadió al 'perfil' de la presidenta que se dedicaba al narcotráfico. "Esto está publicado. No logro recordar en qué medios más alternativos. Nada más llegar a la Moncloa Pedro Sánchez, 'Begoño' fue inmediatamente nombrado Director de un Máster de la Complutense. Después empezó a trabajar para un instituto de empresa con un programa con África, y resulta que ahí le tendieron una trampa, o vaya uno a saber, y la han involucrado en una cuestión de narcotráfico en Marruecos (...) Y, por lo visto, los servicios secretos marroquíes tienen las pruebas de que Begoña Gómez estaría involucrada en temas de narcotráfico en Marruecos”.

Begoña Gómez acabó denunciando meses después a Pilar Baselga por sus palabras y ahora la decisión está en manos de los jueces. Pero estas acusaciones disparatadas y burdas fueron sólo la semilla de una espiral de ataques a la mujer del presidente del Gobierno que han culminado en la probable posibilidad de que Sánchez dimita este lunes ante la sucesión de bulos que dañan a su círculo familiar. "Es tan grave que necesito parar y reflexionar con mi esposa. Muchas veces se nos olvida que tras los políticos hay personas. Y yo, no me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer", señalaba en su carta difundida en redes sociales.

Lo cierto es que los ataques contra Begoña Gómez comenzaron muy poco después de que su marido alcanzara La Moncloa, en junio de 2018, tras ganar la moción de censura a Rajoy. Varios medios digitales aseguraron ese mismo verano que la "primera dama" se había gastado 500.000 euros en nuevo mobiliario para la casa presidencial. Luego, se conoció de forma oficial que apenas habían sido 1.400 euros. 

En 2020, durante el confinamiento derivado de la pandemia del coronavirus, nuevos bulos difundidos por redes sociales aseguraban que Begoña y sus hijas se habían saltado las restricciones de movilidad para irse junto a sus hijas al Palacio de las Marismillas (Huelva) o a Huete (Cuenca). Además, Sánchez utilizaba el helicóptero Super Puma para ir de visita, algo que tampoco fue nunca probado. 

  Pedro Sanchez y Begoña Gomez en la ceremonia de los Goya 2018.Juan Naharro Gimenez

Los 'disparos' a Begoña también alcanzaron muy pronto a su familia. El comisario Villarejo aseguró en su día que una red de "saunas gays" del padre de Begoña Gómez había sido utilizada para extorsionar a distintos líderes políticos. Algunos medios fueron más allá y acusaron al suegro del presidente de camuflar prácticas de prostitución en sus establecimientos. PP y Vox ya aprovecharon estas "informaciones" para llevar el asunto a algunos parlamentos autonómicos e incluso la diputada popular, Esther Muñoz, habló el miércoles en el Congreso de esas saunas con las que se "enriquece" el suegro de Sánchez. "Todos sabemos qué tipo de saunas son", añadió. 

Pero la gran ofensiva contra Begoña comenzó el pasado mes de marzo cuando El Confidencial y otros medios hablaron de reuniones "secretas" de Begoña Gómez con el consejero delegado de Globalia en pleno rescate de Air Europa. Después, según el mismo medio, la aerolínea habría pactado pagar 40.000 € al año al Instituto de Empresa Africa Center en el que Begoña Gómez lleva trabajando desde hace más de seis años. Sin embargo, la propia universidad privada aseguró posteriomente que no había recibido ni un sólo euro

Para rizar más el rizo, también se intentó relacionar a la esposa de Sánchez con el 'caso Koldo' con una prueba "irrefutable": que Víctor de Aldama, uno de los principales acusados, estuvo presente en una de las reuniones de Begoña Gómez con Globalia. 

Pero las "polémicas" no cesaron. Se habló también de una carta de recomendación que Begoña Gómez firmó en 2020 para apoyar a la UTE Barrabés-The Valley en una licitación del Ministerio de Economía. Uno de sus principales accionistas, Carlos Barrabés, había participado previamente en un máster que, actualmente, dirige Gómez. La UTE, cabe destacar, presentó decenas de cartas similares de otras empresas y organismos, incluido el propio Ayuntamiento de Madrid de José Luis Martínez-Almeida. 

Y la denuncia presentada por Manos Limpias que ha desencandenado la "reflexión" de Sánchez incluye también un bulo confirmado: una teórica subvención que Begoña habría recibido, cuando en realidad lo cobró una empresaria cántabra que se llama igual que ella.

  Pedro Sánchez y Begoña Gómez, fotografiados en la cumbre celebrada en la Alhambra el 5 de octubre de 2023.Marcelo del Pozo / Getty Images

Los ataques a Begoña tienen un fin claro: desestabilizar al presidente. Según las propias confesiones de Sánchez, su esposa es una figura fundamental en su vida. De hecho, ella ha sido protagonista en algunas de sus decisiones políticas más importantes. Como cuando barajó la idea de volver a presentarse para ser secretario general del PSOE en 2017. “En ese momento hay dos personas cuyas opiniones son cruciales para mí. La primera es Begoña. Siempre me dijo que debía presentarme y su apoyo fue enorme porque esos meses fue ella quien sustentó a la familia”, señala Sánchez en su libro Manual de Resistencia.

Estos últimos meses también han sido difíciles para el presidente. La crispación política ha ido in crescendo con el reiterado "Que te vote, Txapote", abucheos generalizados en sus últimas apariciones públicas, manifestaciones durante casi dos meses en Ferraz para protestar por la amnistía, apaleamiento a un muñeco que simulaba su imagen durante la pasada Nochevieja y el insulto directo de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, camuflado en el "Me gusta la fruta". 

El PP ha intentado en estos últimos meses acentuar este desgaste. En marzó, denunció a la Oficina de Conflicto de Intereses el rescate de Air Europa y lo vinculó a los trabajos de Begoña Gómez. Pero el organismo desestimó el caso y contestó al PP que la esposa de Sánchez “no tiene ni ha tenido relación laboral o profesional alguna que implique el ejercicio de funciones de dirección, asesoramiento o administración en estas entidades”. Pese a todo, Feijóo ha amenazado de forma reiterada al presidente con citar a su mujer a una comisión de investigación en el Senado, lo que hubiera roto cualquier puente entre gobierno y oposición.

Infiltrados
Un proyecto de Ikea

Ha sido, sin embargo, la denuncia de Manos Limpias la que ha terminado por 'romper' al presidente. Este lunes, decidirá si le merece la pena seguir o no al frente del Gobierno, siendo consciente de que los ataques contra su círculo más cercano no cesarán hasta que abandone el poder. 

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Licenciado en periodismo por la Universidad Carlos III. Actualmente, es redactor de política en El Huffington Post, tras nueve años como coordinador en ABC, cuatro como director digital en el grupo COPE y seis meses en Mediaset. Puedes contactar con él en javier.escartin@huffpost.es