Diez maneras de hacer del primer día del becario un infierno (y que no debes adoptar)

Diez maneras de hacer del primer día del becario un infierno (y que no debes adoptar)

Cameron Whitman via Getty Images

Las condiciones laborales de los becarios no siempre son ideales: sueldos bajos, horas de trabajo interminables, poca (o ninguna) metodología pedagógica…

Con todo, las empresas están locas por los becarios. ¿Qué harían sin esos estudiantes dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de no fracasar? Precisamente por eso hay que mimarlos. Sobre todo, en su primer día, que puede acabar convirtiéndose en un verdadero infierno para ellos. Esto es lo que no se debe hacer BAJO NINGÚN CONCEPTO.

1. Olvidarte de su llegada

Imagínate su malestar si, después de haberse pasado media noche sin dormir por los nervios, se presenta por la mañana y nadie se acuerda de su llegada hasta que no lo ve entrar por la puerta. Lo ideal sería citarle a una hora precisa y, por qué no, enseñarle el edificio o invitarle a un café mientras le explicas lo que se espera de él.

2. No presentárselo a nadie

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Serás un jefe guay si decides presentar al nuevo becario a los miembros del equipo, por lo menos a aquellos con los que se va a cruzar a menudo. Así se sentirá mejor, hasta un poco integrado.

3. Irte a comer sin proponerle que vaya con vosotros

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Es uno de los momentos más importantes para un becario que quiere hacerse hueco en el mundillo laboral. En la comida, podrá conocer a otras personas que le orienten o aconsejen. También es una forma de conseguir sus primeros contactos, pero, ante todo, la hora de la comida es el momento en el que de verdad puede integrarse (o no) en la empresa. Está comprobado: tener amigos en el trabajo motiva más que el propio salario. Que no se quede con las ganas…

4. Otra variante: proponérselo, y llevarle a un restaurante que le cueste una cuarta parte de su sueldo

En Francia, la mayoría de becarios cobra en torno a 400 euros mensuales. En España, depende de los casos… Algunas prácticas no está ni remuneradas. Por tanto, ten piedad de él. Ya que vas por buen camino y le has propuesto que baje a comer con el resto, no le lleves a un restaurante en el que los menús no bajen de 20 euros.

5. No encargarle ninguna tarea precisa

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Vale, sabemos que estás muy ocupado y que consideras que el nuevo becario tiene que aprender a desenvolverse por sí mismo. Lo más seguro es que con el tiempo sea totalmente independiente, pero, mientras tanto, su único afán es demostrar su capacidad de hacer lo que le manden.

6. Pedirle, al fin, que realice una tarea concreta sin explicarle las herramientas necesarias

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Para los trabajadores experimentados, usar las herramientas de trabajo (ordenadores, programas informáticos, etc.) es como montar en bici: están tan acostumbrados que ya lo hacen de forma inconsciente. Acuérdate de que un día, hace mucho mucho tiempo, tú fuiste ese joven becario con los ojos como platos ante todo el material al que debe adaptarse.

7. Peor aún: pedirle que vaya a por el café o que haga fotocopias

En una sola palabra: NUNCA.

8. Pensar que ya sabe cómo funciona todo

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Según el Real Decreto 1543/2011, de 31 de octubre, por el que se regulan las prácticas

no laborales en empresas, “las empresas o grupos empresariales [...] podrán suscribir acuerdos con personas jóvenes, con ninguna o muy escasa experiencia laboral, al objeto de realizar prácticas de carácter no laboral, en sus centros de trabajo con el fin de contribuir a mejorar su empleabilidad y ofrecerles un primer contacto con la realidad laboral a través del acercamiento a la misma, al tiempo que contribuye a completar la formación alcanzada por la persona joven” Artículo 2). Si su experiencia laboral es “ninguna o muy escasa” y el objetivo es “ofrecerles un primer contacto con la realidad laboral”, como se indica más arriba, probablemente, el primer día haya que explicarle algunas cosillas.

9. Criticar su trabajo a voces haciendo que toda la oficina se entere

Las críticas negativas son útiles, aunque a veces cueste encajarlas. Lo cierto es que pueden motivarnos a hacerlo mejor. Tener éxito en el trabajo puede depender de la capacidad para aceptarlas. No obstante, esto no quiere decir que haya que ir por ahí pregonando los errores ajenos: se puede criticar el trabajo del becario, siempre y cuando lo argumentes y le expliques cómo debe solucionarlo. Muy importante: intenta no avergonzarle delante de todo el mundo.

10. Que lleguen las 10 de la noche y no le digas que puede irse a casa

Un becario motivado intenta dar lo mejor de sí. A veces, hasta se pasa. Para un becario, su período de prácticas es como el billete que le puede llevar hacia su primer empleo. Sé bueno y dile que puede irse a casa a dormir.

Traducción de Marina Velasco Serrano

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