Un sí 'a lo Rajoy'

Un sí 'a lo Rajoy'

Comienza una nuevo capítulo de la gran novela de la política española. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha aceptado este jueves por la tarde en el Palacio de la Zarzuela el encargo del rey de intentar la investidura. Le ha dicho ‘sí’, pero a su manera, a su estilo, sembrando la duda.

¿Qué ha pasado exactamente? El monarca, como marca la Constitución, le ha designado candidato a la Presidencia. Y el líder del PP esta vez sí ha aceptado -el pasado 20 de diciembre dijo 'no' al entender que el resto de fuerzas le rechazarían para seguir en La Moncloa-, aunque no ha garantizado que se someterá a la votación.

Esta vez ha aceptado el encargo porque el escenario está más “abierto”, según ha confesado ante los periodistas, y cree que hay “posibilidades” de lograr los votos. En el universo rajoyista todo es un depende. “Adelantar acontecimientos no conduce a nada”, ha comentado el presidente cuando le han interpelado si esto suponía sometería seguro a la investidura.

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COMENZARÁ LAS NEGOCIACIONES ESTE VIERNES

Por lo tanto, lo que sale de este jueves es que va a intentar “sumar” apoyos para esa sesión. Este paso adelante supone ganar tiempo. Lo que espera el candidato popular es poder lograrlo en un periodo “razonable”. Para ello, comenzará una ronda de negociaciones este mismo viernes. Los contactos, ha comentado, serán públicos y privados. En este punto, ha dejado claro a lo largo de su comparecencia ante los periodistas que depende de la “voluntad política” de los demás.

¿Qué hace falta para ganar la investidura? El candidato que se presente, previa designación del monarca, necesita mayoría absoluta en una primera votación -al menos 176 de los 350 diputados del Congreso-. Si no logra este resultado, debería obtener mayoría simple en una segunda ronda 48 horas más tarde en la que valdría una mayoría simple -más síes que noes-. En caso de que también falle, se abre un plazo de dos meses para que lo logre algún aspirante. La situación extrema sería la repetición de elecciones si no lo consigue nadie.

Hay que tener en cuenta que ese plazo de dos meses solo se inicia si hay una votación de investidura. Por lo tanto, ahora se abre un periodo de tiempo sin fin para las negociaciones, ya que no se ha fijado un Pleno de investidura. Rajoy no quiere acudir si no tiene los apoyos necesarios.

Por el momento, el PP solo tiene 137 votos a favor. El objetivo de sus negociadores sería que Ciudadanos terminará virando hacia el sí y que el PSOE se decantara por la abstención. Estos dos partidos siguen anclados en su posición de abstención y de no, respectivamente. La idea que más le gusta a Rajoy es formar una gran coalición con los constitucionalistas, pero está dispuesto a gobernar en minoría.

EL PSOE Y CIUDADANOS EXIGEN QUE SE PRESENTE

Todo es nuevo en esta España de 2016. ¿Puede Rajoy dar la espantada finalmente? La Constitución establece en el artículo 99.1: “Después de cada renovación del Congreso de los Diputados, y en los demás supuestos constitucionales en que así proceda, el rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno”.

En su apartado dos se indica que “el candidato propuesto conforme a lo previsto en el apartado anterior expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara”. El PSOE y Ciudadanos han avisado de que esto obliga a Rajoy a presentarse: “O se dice sí o se dice no”. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, no ha aclarado si esto puede suceder. No obstante, ya en diciembre el rey lo nombró y Rajoy decidió no intentarlo.

Entonces entramos en una fase con dos factores: la negociación de los grupos y la fecha de la investidura. Pastor se ha limitado a decir que ha cumplido su obligación de escuchar la propuesta del rey y no ha entrado a hablar de posibles días. Se ha limitado a decir que hablará con Rajoy para "ver un plazo".

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Felipe VI y Ana Pastor

Para lograr los apoyos, Rajoy ha recordado que ha remitido a los grupos un documento base, inspirado en su programa electoral. En ese discurso ambiguo de el candidato ha dicho que España necesita ya un Gobierno y, a la vez, no ha puesto fecha a la investidura. Ese Ejecutivo es necesario, ha comentado, para mantener la recuperación económica, hacer frente al desafío independentista y combatir el terrorismo yihadista, entre otro asuntos.

Adelantar acontecimientos no conduce a nada

Rajoy dice que es el momento de “redoblar los esfuerzos” para conseguir los apoyos. Los números, por el momento, no salen. El líder del PP ha sido el último en visitar al rey tras tres días de consultas. En esta última jornada, Felipe VI se ha reunido también con Albert Rivera, Pablo Iglesias y Pedro Sánchez.

El primero ha dicho que su plan A era un Gobierno entre PP, PSOE y C’s sin Rajoy -algo que parece ya improbable- y que el B es una abstención para desbloquear la situación. Iglesias, en cambio, le ha trasladado al monarca que su intención es un Gobierno de izquierdas con los socialistas. Sánchez le ha comentado que Rajoy debe intentarlo, pero que su partido votará en contra.

Conclusiones: 1) Rajoy le ha dicho al rey que intentará lograr la investidura. 2) El candidato del PP no ha garantizado que vaya a presentarse a la votación. 3) Mañana comenzarán las negociaciones para la investidura. 4) No se ha fijado una fecha para la votación. 5) Las cuentas siguen sin salir. 6) El PSOE, Ciudadanos y Podemos siguen en sus posiciones.

Rajoy ha dado un medio pasito adelante este jueves. Lo que está claro es que todos los abogados del Estado, asesores parlamentarios y políticos están leyendo hasta la última coma de la Constitución para interpretar este sí ‘a lo Rajoy’.