Regalar juegos de mesa es tan recomendable como regalar libros

Regalar juegos de mesa es tan recomendable como regalar libros

GTRES

Faltan horas para que lleguen los Reyes Magos y los pajes más ocupados o más tardones estarán devanándose los sesos para conseguir a última hora los regalos.

Aunque los muñecos, gadgets y accesorios deportivos son lo más cotizado, los expertos señalan que hay otros tipos de artículos que son muy pedagógicos para los más pequeños, el regalo perfecto para las navidades: los juegos de mesa.

"Los juegos han evolucionado mucho en las últimas décadas. Ahora presentan diseños de mucha calidad y el tablero ha evolucionado de las dos a las tres dimensiones. Ya no son los juegos reunidos de antaño ni se trata de ganar a los demás: los de mayor éxito son cooperativos. Ahora son tan recomendables como un libro", señala Jordi Puig Voltas, presidente del Consejo Social del Col·legi de Pedagogs de Catalunya.

Contienen una serie de valores importantes para la convivencia. Pueden poner en relación a distintas generaciones, no suelen ser sexistas, fomentan el respeto por las normas y proponen ejercicios mentales"

Hace 15 años el sector pegó un bajón ante el avance imparable de los videojuegos, pero se han revitalizado. Prueba de ello es la cantidad de juegos que se editan al año, el espacio de exposición que les dedican los grandes almacenes, que cada año aumenta, y la variedad de dinámicas de juego que hay. Los más cotizados son los cooperativos, especialmente de terror y de misterio.

"Contienen una serie de valores importantes para la convivencia. Pueden poner en relación a distintas generaciones, no suelen ser sexistas, fomentan el respeto por las normas y proponen ejercicios mentales de atención, memoria y estrategia, además de ayudar a socializar", explica Carmen Ferrandiz, secretaria de la Asociación para la Salud Mental Infantil desde la Gestación (ASMI).

LAS VENTAJAS FRENTE A LOS VIDEOJUEGOS

Ferrandiz, psicóloga clínica y escolar, considera que los juegos permiten regalar mejor. "No hay que colmar a los niños de objetos sino obsequiarles con nuestro interés por estar con ellos, regalarles tiempo y compartir sus gustos e ilusiones. El juego puede aparecer en cualquier lugar y de cualquier modo, es algo que debemos mantener y cuidar", detalla.

"Los juegos fomentan el aprendizaje y el pasar tiempo en familia", concuerda Puig, que destaca que los juegos son para todas las edades y no se quedan obsoletos, ya que se puede seguir jugando a ellos toda la vida.

Los expertos señalan que los niños pequeños prefieren los muñecos como juego simbólico: los utilizan para imitar lo que hacen los adultos. Pero a partir de los ocho años se les quedan cortos y necesitan más. Ambos consideran igual de buenos los videojuegos familiares, pero Puig cree que están cayendo en desuso en favor de videojuegos más individualistas y competitivos.

A diferencia de los juegos digitales, los de mesa no absorben. El ritual de sentarse a una mesa, abrir la caja y prepararlo es pedagógicamente muy interesante"

"Pero, a diferencia de los juegos digitales, los de mesa no absorben. El ritual de sentarse a una mesa, abrir la caja y prepararlo es pedagógicamente muy interesante. Y cuando se acaba, se cierra la caja y se guarda, se pone punto y final y permite controlar mejor el tiempo; no como los videojuegos, que en el caso de los de mundo abierto potencialmente nunca acaban", explica.

Según Puig, "los videojuegos atacan a todos los sentidos a la vez y te hacen desconectar de la gente alrededor. Los que vienen ahora, con gafas de 3D van a hacerlo aún más. Los juegos físicos obligan a interactuar con el entorno".

LA EDAD ES IMPORTANTE A LA HORA DE ELEGIR UN JUEGO

Según la edad, distintos juegos resultarán más estimulantes. "Con menos de ocho años, los mejores juegos desde un punto de vista pedagógico son los que juegan con el lenguaje, los de construcciones, los que se basan en la memoria y los que trabajan con los sentidos", considera Puig. Para la psicóloga, lo normal es que los más pequeños disfruten dibujando, modelando y recortando.

A partir de seis años, "son buenos los juegos con reglas de todo tipo que pueden mantenerse a lo largo de la vida, como el parchís, el rummikub o las cartas", considera Ferrandiz, aunque algunos necesitan conocimientos más avanzados, como el Trivial Pursuit o el Party & Co.

Los juegos cooperativos son especialmente adecuados a partir de los ocho años, según Puig. Antes de esa edad, los niños son muy individualistas. "Y están muy de moda, lo que es bastante curioso en una sociedad tan competitiva como la nuestra. Quizá buscamos formas de educar que compensen esos impulsos", opina.

A partir de la adolescencia, el presidente del Consejo Social del Col·legi de Pedagogs catalán recomienda los juegos que tratan de descubrir cosas sobre los demás jugadores y requieren, a su vez, que uno revele cosas de uno mismo.

Ferrandiz recomienda, en todas las etapas, los juegos deportivos, porque añaden el elemento de la actividad física. Y en todos los casos, aconseja prestar atención a los gustos del niño. "Si le gusta dibujar sería adecuado un Pictionary; si le gusta ir de compras, un Monopoly; si le gusta la estrategia, el ajedrez...", desarrolla.

LOS PEORES REGALOS, LOS QUE LLEVAN A ACTITUDES NEGATIVAS

Ambos expertos señalan que los peores regalos que se les pueden hacer a los niños son los que fomentan valores poco educativos o directamente negativos. "Aquellos que solo fomentan el valor de su 'posesión', de tenerlos, o que sean tan 'valiosos' que no se puedan usar por si se rompen", propone Ferrandiz.

Puig añade que las armas de juguete no le complacen mucho como pedagogo, ni tampoco las cosas poco útiles ni las que tienen una fecha de caducidad muy cercana, ya sea porque son una moda pasajera, porque sean de mala calidad o porque el niño esté cerca de un cambio de etapa y vaya a dejarlo atrás pronto.

¿Y si el niño tiene mal perder? Es algo muy común en todas las edades, pero enseñar a lidiar con ello es parte necesaria del aprendizaje. Puig recomienda ser "un poco listos" y flexibilizar las normas según la edad para dejarles ganar y que vean que pueden tener éxito en el juego.

"Las rabietas por haber perdido hay que tratarlas con naturalidad. En el caso de los juegos cooperativos, hay que resaltar que pierden todos juntos. Y hay que anticipar que es una posibilidad antes de empezar a jugar, que se haga a la idea u ofrecerle alternativas", indica el presidente del Consejo Social del Col·legi de Pedagogs catalán.

Aquí puedes encontrar algunos juegos que pueden servirte de inspiración:

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