El Real Madrid vence al Nápoles (4-2) y se asegura el liderato, la Real Sociedad se lo jugará en la última jornada y el Sevilla queda eliminado de la Champions

El Real Madrid vence al Nápoles (4-2) y se asegura el liderato, la Real Sociedad se lo jugará en la última jornada y el Sevilla queda eliminado de la Champions

Los madridistas ganaron al conjunto italiano con goles de Rodrygo, Bellingham, Nico Paz y Joselu; los donostiarras empataron 0-0 con el Red Bull Salzburgo y los andaluces han caído cayeron por 2-3 frente al PSV.

El madridista Nico Paz celebra el gol que hacía subir el 3-2 al marcadorEFE / Juanjo Martín

Noche dispar para los equipos españoles en la Champions: una victoria, un empate y una derrota. El triunfo lo firmó el Real Madrid, que logró remontar para acabar venciendo por 4-2 al Nápoles y certificar matemáticamente su liderato en el Grupo C.

Por su parte, la Real Sociedad no fue capaz de doblegar al Red Bull Salzburgo y empató 0-0 en Anoeta. Los donostiarras, ya clasificados a octavos, se jugarán el primer puesto del Grupo D contra un Inter con el que está igualado a 11 puntos. El empate le bastaría al club txuri-urdin para acabar primero.

Y la decepción la protagonizó el Sevilla, que quedó eliminado de la Champions League tras perder frente al PSV (2-3). Aunque los hispalenses llegaron a adelantarse 2-0 con goles de Sergio Ramos y En-Nesysi, 3 tantos de los neerlandeses en la segunda mitad sepultaron las esperanzas en la máxima competición europea de los de Diego Alonso.

Real Madrid 4-2 Nápoles

El ritmo de los primeros minutos fue lento, aunque solo fue la calma antes de la tormenta. En una jugada que parecía inofensiva, Kvaratskhelia recogió el balón en la esquina izquierda del área grande, desde donde puso un cetro con música al segundo palo y Gio Simeone, tras la dejada de Politano, remató en el área pequeña con Lunin hundido. El meta ucraniano repelió el esférico, pero cuando ya estaba dentro, para poner el 0-1 y dejar helado el Bernabéu.

Pero la respuesta del Real Madrid fue inmejorable, y solo un minuto después, en una contra casi después del saque de centro, Brahim Díaz recuperó ya en campo rival e inició una galopada. Rápido sirvió a Rodrygo, que ya dentro del área, y tras un buen recorte, enchufó un derechazo a la escuadra, imposible para un Meret que solo pudo hacer la estatua.

Ya en el 22', el hasta ahora cuestionado Alaba se sacó de la chistera un pase de más de 30 metros sobre el gran desmarque a la espalda de Bellingham, que con un sutil cabezazo cruzó el balón ante Meret para que el 'Hey Jude' volviera a sonar en el Bernabéu por decimoquinta vez esta temporada. Aunque minutos después, dejó en vilo al feudo madridista al dolerse del tobillo.

En un inicio parecido al de la primera parte, el exceso de confianza perjudicó al Real Madrid, que sufrió, error defensivo mediante, como Anguissa remataba fuerte tras un rechace y casi dentro del área sin oposición para poner el 2-2. Una 'caraja' impropia de los de Ancelotti, a los que los italianos avisaron de nuevo en una contra mal llevada por Kvaratskhelia después de que Ceballos perdiera un balón inexplicable.

Con el paso de los minutos, el Real Madrid adoleció de falta de gasolina, en un claro bajón de intensidad y energía que dio alas al Nápoles, que celebró el 2-3 de Osimhen con un disparo raso en el área, aunque no subió por claro fuera de juego.

Como los blancos, el partido también se fue enfriando, con el Nápoles con menos ideas. Pero todo se encendió con un posible penalti sobre Mendy, arrollado por Di Lorenzo, que no señaló Letexier, y después con una doble ocasión, ambas de chilena, para un Real Madrid que cogía aire. Esto desató a los merengues, que tuvieron la más clara en la cabeza de un Joselu fallón, después de que Meret detuviera el remate de Bellingham abajo aprovechando un gran envío de Carvajal.

Los de Ancelotti eran una apisonadora, con 10 futbolistas en campo rival, y en la enésima intentona llegó el alivio madridista. El canterano Nico Paz, que entró por un tocado Brahim, recortó en la parte derecha y se perfilo para su pierna buena, disparando con potencia y mucha intención para hacer el 3-2 y poner patas arriba el Santiago Bernabéu. La goleada la rubricó un liberado Joselu con el cuarto tanto, con asistencia de Bellingham.

Real Sociedad 0-0 Red Bull Salzburgo

El Reale Arena volvió a mostrar su cara de alegría y fervor ante una cita que la Real Sociedad afrontaba con cierta relajación al estar clasificada ya para octavos de final. Pero eso no impidió que los pupilos de Imanol Alguacil empezaran con el ímpetu habitual, ocasión incluida de su capitán.

Corría el minuto 9 cuando Mikel Oyarzabal probó al portero rival, con un zurdazo raso nada más entrar al área y que Alexander Schlager atrapó sin excesivos problemas. Respondió el Salzburgo con un contragolpe sin destino, pero avisando de un acercamiento posterior; Dorgeles Nene lanzó otra contra con un bonito regate en campo propio, asistió a Petar Ratkov y acompañó la jugada con un esprint perseguido por Álvaro Odriozola.

Su compañero le dio un pase de 'la muerte' y Nene se plantó delante de Álex Remiro, con Odriozola su espalda; sin embargo, su tiro forzado tocó el poste y se marchó por la línea de fondo. La Real Sociedad no se asustó por ese lance y siguió dominando, aunque con algo menos de revoluciones que en las jornadas previas de esta competición.

Pasada la media hora, Beñat Turrientes gozó de una clara oportunidad tras un centro raso de Momo Cho desde la derecha; el centrocampista de Beasain domó la pelota en el área pequeña, pero su tiro después de un recorte se fue desviado ante la cobertura del Salzburgo. Y casi a renglón seguido, Arsen Zakharyan malgastó un contragolpe guiado por Oyarzabal.

Se avecinaba el descanso y los visitantes, bien plantados atrás y habiendo solventado esos pequeños problemas, se animaron con un par de arreones de Nene y de Ratkov. La réplica local fue obra de Turrientes, merced a un derechazo lejano que se acercó a la escuadra del arco defendido por Schlager, que no se relajó hasta llegar al intermedio.

Al regreso de vestuarios, Nicolás Capaldo avisó de la mejoría entre los visitantes, con un disparo flojo después de que Turrientes perdiera la pelota debido a un resbalón en la corona de su área.

No obstante, Schlager acaparó protagonismo de nuevo con dos paradas de mérito, primero a un lanzamiento de Brais Méndez con la zurda desde la frontal y luego desbaratando una volea cercana de Zakharyan con la bota diestra.

De cara a la recta final, Umar Sadiq reemplazó a Oyarzabal y puso en apuros a Schlager con un derechazo a media altura, que el arquero del Salzburgo despejó a córner. En el 85', Martín Zubimendi merodeó el gol; pero su zurdazo no encontró puerta tras un pase de Barrenetxea, que daba continuidad a una gran jugada de Kubo por el extremo derecho.

Cada vez que el japonés domaba el balón, la Real Sociedad generaba sensación de peligro. De una arrancada suya, trasladándose en horizontal a la línea frontal, Amar Dedic cometió una falta; el propio Kubo la tiró de una forma estupenda, obligando a que Schlager volase hasta la escuadra para mandar la pelota a saque de esquina. Y el mismo Kubo tuvo en su bota izquierda la última ocasión de la noche, igualmente con un zurdazo desde el pico del área y por el lado derecho, que Schlager atajó en dos tiempos.

Sevilla 2-3 PSV

El Sevilla firmó un buen inicio que acabó teniendo premio con el 1-0. La diana fue obra de Sergio Ramos, que en el segundo palo empujó al fondo de la red una falta lateral botada por Rakitic. Pese al triste final, el gol del camero pasará a la historia por ser el primero desde su regreso al Sevilla y ser el número 10.000 de la historia de la Champions.

El 2-0 estuvo cerca de llegar al borde del descanso. Djibril Sow marcó, pero el árbitro fue alertado por el VAR de una mano previa del suizo en el arranque de la jugada y el tanto no subió al marcador.

Nada más arrancar la segunda parte, En-Nesyri sí encontró premio tras un pase al hueco del argentino Marcos Acuña con el que el marroquí, ante la indecisión de la defensa y portero rival, logró poner el 2-0, lo que hizo redoblar los esfuerzos de PSV por solucionar la situación.

A ello ayudó la expulsión de Ocampos, quien vio dos tarjetas en tres minutos y dejó a su equipo con diez jugadores con más de media hora de juego por delante, pero además el marroquí Ismael Saibari, que había salido poco antes en el PSV, puso el 2-1 y ello dejó todo a favor de la remontada neerlandesa.

Fue un remate del belga Yorbe Vertessen el que rebotó en el serbio Nemanja Gudelj para que éste no pudiera evitar introducir el balón en su meta para el empate, pero ahí no quedó la reacción del PSV.

En otra gran acción de un destacadísimo Vertessen, quien revolucionó a su equipo desde que salió por la lesión de Lozano, Ricardo Pepi aprovechó un gran pase para poner el 2-3 definitivo ante el enfado y desesperación de los sevillistas.

Una vez eliminados de la Champions, el mal menor para los sevillistas ahora sería su torneo fetiche, la Europa League. Las cuentas son fáciles, a los hispalenses solo les vale ganar en Francia al Lens en la última jornada.