La máquina de tabaco se marcha de los bares

La máquina de tabaco se marcha de los bares

Se han retirado 60.000 de estas expendedoras, según 'El Economista'.  

Un máquina de tabaco, en una imagen de archivo.Jeff Greenberg via Getty Images

Los bares habrían retirado un tercio del total las máquinas expendedoras de tabaco, es decir, unas 60.000, según ha publicado El Economista. En este sentido, desde el medio económico han aludido a que existe una rebelión de este tipo de establecimientos contra la ley obliga a que estos establecimientos se abastezcan de uno de los tres estancos más próximos mediante una gestión delegada.

Tal y como se recoge en la información del citado digital, algunos bares, ante la negativa de las expendedurías, han optado por acudir a estancos más cercanos, lo que habría derivado en sanciones.

"Hay muchos estancos de carácter familiar que no quieren estar pendientes de la gestión y abastecimiento de las máquinas, por lo que a nosotros no nos queda más remedio que acudir a otra para poder tener tabaco a la venta", explica Daniel López Cañizares, presidente de la Asociación Española de Puntos de Venta con Recargo (AEPVR), en declaraciones a El Economista.

Esta decisión, habría acabado con imposición de multas por parte del Comisionado del Mercado de Tabacos. "Ante la imposibilidad de abastecerse por las multas que se están imponiendo muchos locales han decidido retirar las máquinas y dejar de vender tabaco; ahora mismo solo quedan 110.000 de las 170.000 que ha llegado a haber", señala López.

Otro conflicto

También se recoge en la mencionada información que existe otro conflicto entre bares y el Comisionado por otro motivo. Dicho organismo impuso sanciones en el pasado al entender que se habría estado favoreciendo a unas máquinas de tabaco frente a otras. 

Así, el digital recuerda que la Asociación Española de Puntos de Venta con Recargo ha presentado una querella por prevaricación contra Luis Gavira, el presidente del Comisionado del Mercado de Tabacos. Considera que "está incumpliendo la ley a sabiendas ya que ésta deja claro que no puede haber un trato discriminatorio entre los administrados y eso es precisamente lo que está ocurriendo".

Añade además que "en los mercados reguladores la interpretación de las leyes tiene que ser lo más favorable posible para el administrado, por lo que se nos debería permitir que la gestión delegada la lleve otro estanco que no sea uno de los tres más próximos si es imposible que sea uno de estos los que lleve a cabo el abastecimiento de las máquinas".