Baviera ataca la legalización de la marihuana: "Es una tragedia"

Baviera ataca la legalización de la marihuana: "Es una tragedia"

El estado alemán estudia emprender acciones legales contra una normativa que, entre otras cuestiones, mantiene la prohibición de distribuir y vender la droga.

Un entusiasta del cannabis celebra la legalización parcial de la droga en Alemania.Ying Tang

La ley que legaliza parcialmente el uso y consumo recreativo de cannabis en Alemania ya es una realidad. Después de dos años de intenso debate político, policial y sanitario, este 1 de abril ha entrado en vigor una norma criticada por algunos médicos, sindicatos de la policía germana y parte de la oposición. En el estado de Baviera, donde la CSU encabeza el gobierno y su presidente, Markus Söder, llegó a afirmar que el suyo no es un país para fumetas, están estudiando emprender acciones legales contra una normativa que, entre otras cuestiones, mantiene la prohibición de distribuir y vender la droga.

Desde ahora, las personas mayores de 18 años podrán cultivar en casa un máximo de tres plantas de cannabis para autoconsumo o poseer 50 gramos de flores secas, la mitad (25 gramos) si se encuentran un espacio público. Lugares en los que, si se trata de parques infantiles, escuelas o instalaciones deportivas, está prohibido el consumo. Tampoco se podrá fumar entre las 07:00 y las 20:00 horas en las zonas peatonales de las ciudades.

Tanto la distribución como la venta de cannabis siguen prohibidas en Alemania, aunque a partir del 1 de julio será legal la creación de clubes de cannabis -de hasta 500 miembros- en los que podrán cultivar la planta de forma colectiva y no comercial e intercambiarlo entre ellos para el consumo privado. La polémica ley también prohibe conducir bajo los efectos de la droga, pese a que no existe un límite legal como con el alcohol. Ante el vacío legal, un grupo de expertos propuso una concentración máxima de 3,5 nanogramos por mililitro de suero sanguíneo para el principio activo THC. Cualquiera que supere los límites se enfrenta a multas de hasta 30.000 euros o, en el peor escenario, cárcel.

Críticas a la ley: Baviera, a la cabeza

Mientras en Berlín, cientos de personas se reunían en la Puerta de Brandeburgo para celebrar, fumando porros, la nueva era en la que entra la política de drogas alemana, sindicatos policiales, asociaciones médicas y el Gobierno conservador de Baviera han salido en batería a criticar una ley que califican de "monstruo burocrático" y "tragedia".

El ministro de Interior Bávaro, Joachim Herrmann, acusó al Gobierno de Olaf Scholz de ignorar en la tramitación de la norma tanto "las preocupaciones de los ministros del Interior y senadores de los estados federados" como "las críticas en sus propias filas".

La ministra de Salud de Baviera, Judith Gerlach, tal y como señala el diario Merkur.de, ha anunciado que estudia emprender acciones legales contra la normativa. Todo, después de mostrarse escéptica sobre esta posibilidad. "Después de la reunión del Consejo Federal, ya están disponibles la versión final de la Ley de Consumo de Cannabis y la nueva declaración de protocolo del Gobierno Federal. Baviera está examina los documentos para ver si hay margen de maniobra para una demanda", señalaba la política de la CDU.

Los sindicatos policiales, por su parte, critican las ambigüedades de "una mala ley" que, según el presidente bávaro del Sindicato Alemán de Policía, Jürgen Köhnlein, "no podemos convertir en buenas normas administrativas". El Sindicato de Policía en Baviera, por otro lado, carga contra la falta de medios que tienen para hacer frente a una carga de trabajo que, según dicen, será considerable dede la entrada en vigor de la nueva norma.

Desde la perspectiva de quienes se oponen a la legalización, el límite de posesión de cannabis permitido por la ley es demasiado elevado. La Asociación Médica Alemana considera que 50 gramos al mes "corresponde a un consumo de alto riesgo y conduce a trastornos relacionados con el cannabis". El Ministerio de Sanidad alemán sostiene por contra que el cannabis legal también debe estar disponible en mayores cantidades si se quiere socavar al mercado negro ilegal.

El ministro de Justicia, Marco Buschmann, argumenta además que la legalización aliviará a medio plazo la presión sobre la Justicia y la policía. Actualmente hay abiertos más de 100.000 procesos penales contra consumidores de cannabis.

Un complicado camino hasta la aprobación

El camino hasta llegar a la legalización parcial del cannabis no ha sido fácil. La medida, propuesta en 2023 por el ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, obtuvo el visto bueno de la Cámara Baja, con el voto a favor de la coalición de Gobierno de socialdemócratas, verdes y liberales, así como de la izquierda. El principal partido de la oposición, la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU), ya ha prometido que si llega al Gobierno revertirá la aprobación de una ley fuertemente modificada respecto al texto original.

Pero la medida estuvo a punto de descarrilarse en la Cámara Alta, en la que están representados los gobiernos de los 16 estados federados y donde varios de ellos habían mostrado su oposición. Un compromiso ofrecido por Lauterbach a última hora para introducir regularmente controles en los clubes de cannabis y la promesa de apoyo federal para las medidas de prevención permitió sacar adelante la medida el 22 de marzo.

Infiltrados
Un proyecto de Ikea

Mientras, el comisario del Gobierno para Drogas y Toxicomanías, Burkhard Blienert, ya ha pedido que ahora también se decida sobre los proyectos piloto para el comercio de cannabis. "Es la única forma de garantizar que los consumidores ocasionales tampoco tengan que acudir a camellos", opina. Inicialmente el Gobierno también quería permitir la venta de cannabis en tiendas con una licencia estatal, pero descartó la idea tras las preocupaciones expresadas por la Comisión Europea.