El amigo europeo de Putin boicotea a Suecia
Hungría es el único miembro de la OTAN que aún no ha aprobado la adhesión del país nórdico a la alianza militar.
La ausencia de los diputados oficialistas ha impedido que el Parlamento de Hungría pueda votar sobre la ratificación de la entrada de Suecia en la OTAN, por lo que una decisión al respecto se aplaza al menos tres semanas más.
Tal como estaba anunciado, los diputados del gobernante partido Fidesz, del primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán, no acudieron a la sesión, convocada por la oposición. Al tener el partido ultraderechista dos tercios de los diputados en la Cámara, no hubo el quorum necesario para tomar decisiones.
"Los opositores están aquí y el Gobierno no. Es posible que Orbán esté defendiendo los intereses del presidente (ruso) Vladímir Putin, ya que es su interés hacer imposible que la OTAN se fortalezca", dijo Bence Tordai, diputado del partido ecologista Párbeszéd.
Otros diputados, como el socialista Tamás Harangozó, cuestionaron el discurso pacífico del Gobierno y de Orbán, que suelen hablar siempre de "paz" como su único objetivo frente a Ucrania. "¿En qué medida apoya la paz el que se opone a la ampliación de la alianza que garantiza nuestra paz y seguridad?", se preguntó el parlamentario.
Y mientras que el Fidesz no estaba en el Parlamento, destacó la presencia de numerosos embajadores acreditados en Budapest de países miembros de la OTAN, como los representantes de EEUU, Eslovaquia, Polonia, Dinamarca y Noruega.
Por el momento, se desconoce cuándo el Parlamento votará sobre la ratificación de la adhesión sueca, pero seguramente será después del 26 de febrero, cuando comiencen las sesiones de primavera.
Hungría y Turquía bloquearon durante más de un año la integración de Suecia a la OTAN. Después de Ankara la ratificara a finales de enero, Budapest se ha quedado sola, a pesar de que anteriormente aseguraba que no iba a ser el último país en dar su visto bueno.
Los ministros y diputados del Fidesz justifican su negativa a una ratificación acelerada de la ampliación de la OTAN con las críticas "injustas" de Suecia contra Hungría sobre la deriva de los valores democráticos en el país. Los nórdicos, de neutralidad histórica, han dado el paso ante la amenaza expansionista de Putin y las amenazas recibidas. Estocolmo -como Helsinki, que también sufrió en carne propia el no de lo magiares- es muy crítica con el desgaste al estado de derecho que el derechista radical está ejecutando en su país y Orbán dice que han recibido hasta "insultos", por lo que les ha puesto las cosas complicadas.
El pasado 23 de diciembre, el embajador de EEUU en Hungría, David Pressman, decía sin cortarse que Orbán se "abrazaba" a Putin con su renuencia. "Hungría se siente cómoda ignorando los intereses de esos mismos aliados y de nuestra Alianza", denunció. Hasta habló de "desprecio evidente" a ese esfuerzo de unidad proUcrania y recordó que la ayuda pendiente es "crucial" para Kiev y para la defensa occidental, por ende.
Postura impopular
Y mientras que el Parlamento húngaro sigue posponiendo la votación sobre la adhesión de Suecia a la OTAN, tan solo el 5% de los húngaros considera que retrasar la decisión sirva a los intereses del país.
La encuesta del Instituto Opinio, publicada este martes, apunta que a pesar de que para el 12 % de los húngaros el retraso de la ratificación podría ser positivo, solo el 5 % opina que esta decisión ayuda a los intereses del país a largo plazo.
Frente a ellos el 42 % asegura que los retrasos del Parlamento húngaro son una decisión errónea, señala la encuesta realizada con la participación de húngaros de entre 19 y 59 años y publicada por el portal independiente Hvg.
El 7 % de los encuestados dice estar en contra de la adhesión de Suecia a la OTAN, mientras que el 41 % apoya la entrada del país a la alianza "incondicionalmente" y otro 24 % "en ciertas condiciones".
