Las lluvias torrenciales anegan una Grecia quemada y golpean con fuerza Turquía y Bulgaria

Las lluvias torrenciales anegan una Grecia quemada y golpean con fuerza Turquía y Bulgaria

Una DANA histórica en Europa se cobra al menos ocho muertos y deja un rastro de destrucción en forma de inundaciones, deslizamientos de tierra y confinamientos de la población.

Tras el paso de las lluvias torrenciales por España que han dejado al menos tres muertos y tres desaparecidos tras cebarse con el Levante y el centro peninsular, especialmente Toledo y Madrid, el turno le llegó a Grecia, Turquía y Bulgaria. Estos tres países conforman el epicentro de otra DANA histórica que ha dejado un rastro de destrucción en forma de al menos ocho muertos y una decena de desaparecidos -se espera que las cifras continúen subiendo-, severas inundaciones, deslizamientos de tierra y confinamientos de población.

Este fenómeno meteorológico llega en el peor momento en el caso heleno. Mientras Grecia se recuperaba todavía de los voraces incendios forestales que este verano hicieron que la mismísima Comisión Europea hablase del fuego de Evros como el "mayor incendio forestal registrado nunca en la Unión Europea". 

Con mayor detalle, los incendios en toda Grecia se tradujeron en 25 muertos y más de 150.000 hectáreas calcinadas, lo que equivale a cerca del 1,2% del territorio del país. Y, para hacerse una idea, no fue hasta este lunes, cuando las lluvias torrenciales hicieron aparición, que pudieron apagar el fuego de Evros. Llevaba 17 días ardiendo.

El culpable de esta tragedia en forma de precipitaciones de récord se llama Daniel, un huracán mediterráneo -los conocidos como medicanes- que cumple este martes su tercer día de afectación, pero que ya ha causado el terror en seis regiones: Tesalea, Pieria, las islas Espóradas, Eubea, Eskíatos y Magnesia. No se espera que el temporal remita hasta mañana jueves.

La peor parte se la está llevando esta última, donde en su capital, Volos, las calles se han convertido en auténticos ríos y las autoridades han prohibido la circulación tanto en esta urbe de 150.000 habitantes, como en las zonas montañosas de la región y han pedido a su población que se confine.

Precisamente, ha sido en Volos donde se ha registrado la primera víctima mortal griega de esta DANA. Se trata de un ganadero de 34 años que perdió la vida tras ser aplastado por un muro que se derrumbó por un deslizamiento de tierra. Ocurrió mientras trataba de cruzar un arroyo desbordado con su coche. Al abrir la puerta fue arrastrado por la riada. Su hijo viajaba con él, pero logró salvar la vida. En esta ciudad también se busca a una persona desaparecida en una riada, un hombre de 42 años.

No se trata sólo de lluvias torrenciales, que en las primeras horas dejaron récords de un acumulado de 300 litros/m2. Esta tormenta también está acompañada de otros fenómenos que aumentan más el peligro, como es el caso de varios huracanes y de numerosos rayos que se han cebado con las Espóradas. Allí han llegado a caer rayos y truenos a cada segundo de la noche. 

Esta situación ha dejado importantes cortes de transporte y de suministro eléctrico. Se ha suspendido la circulación de distintas líneas de ferry que comunican las islas Espóradas y Eubea con la Grecia continental y las líneas de autobús entre Lárisa y Volos. También en la isla de Corfú, en el noroeste del país, se han registrado cortes de electricidad y problemas con el funcionamiento del aeropuerto.

Para comprender la magnitud y complejidad de lo que se está viviendo en Volos o Nea Yonia, estamos ante una población que vive constantes interrupciones de energía que afectan a barrios residenciales pero también a áreas industriales. Buena parte de la capital de Magnesia carece de conexión telefónica, sobre todo fija, pero la móvil también se ha visto afectada por los numerosos rayos, lo que se suma a la imposibilidad de desplazarse por las carreteras anegadas. El mayor temor de las autoridades es que el balance de víctimas y desaparecidos se dispare a medida que se retome la capacidad de comunicación.

La situación en Turquía y Bulgaria

Al menos cinco personas han muerto ya en Turquía, y otras tres siguen desaparecidas, debido a las riadas que afectan a distintas partes del país, especialmente a la zona fronteriza con Bulgaria. 

En Kirklareli, en el extremo noroeste de Turquía, se ha localizado un tercer cadáver, tras los dos encontrados ayer, de un grupo de doce personas que quedó atrapado en un hotel y fueron arrastrados por la riada. Seis personas fueron rescatadas y otras tres siguen desaparecidas. La riada arrastró varios bungalós y los seis supervivientes pudieron ser rescatados con la ayuda de barcos y de maquinaria pesada, informó la televisión turca NTV.

El valle de Sisli se halla a una decena de kilómetros al sur de la frontera búlgara y a menos de veinte del municipio de Tsarevo en Bulgaria, donde hoy también fallecieron al menos dos personas, al ser arrastrado su coche por una riada. También en Bulgaria continúa la búsqueda de varios desaparecidos.

Además, dos personas han muerto en Estambul, a unos 220 kilómetros al norte, debido a las fuertes lluvias que han dejado miles de casas inundadas. Varias estaciones de metro han quedado anegadas y un hospital se ha visto también muy afectado. El gobernador de Estambul, Davut Gul, ha indicado que en las últimas horas han caído tanta agua como lo que suele llover en dos o tres meses.

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Antón Parada es redactor de actualidad en El HuffPost. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Antes de llegar aquí trabajó cinco años en La Voz de Galicia y pasó por los micrófonos de Radio Voz.

Puedes contactar con él escribiendo a: anton.parada@huffpost.es