¿Qué cambia en la guerra tras la llamada de China a Ucrania?

¿Qué cambia en la guerra tras la llamada de China a Ucrania?

La conversación "larga y significativa" entre Zelenski y Xi, 14 meses después del inicio de la invasión rusa, no altera el tablero, pero remueve ciertas inercias. 

El presidente chino Xi Jinping, durante un viaje oficial a Alemania en 2014.JOHANNES EISELE / AFP via Getty Images

China llama a Ucrania por primera vez en 14 meses desde que comenzó la invasión rusa. El máximo aliado de Vladimir Putin, que ha diseñado un plan de paz y enarbola la bandera de la negociación como única manera de acabar con el conflicto, ha removido así el tablero, con un gesto muy esperado y demandado por parte de Occidente. ¿Cambiará esta conversación las cosas sobre el terreno? De momento no, pero las guerras también dependen de las moquetas, los despachos y la diplomacia. Es un paso importante que no se puede minimizar pero tampoco agigantar. 

En el día después, de momento, tenemos reacciones relativamente alentadoras, o al menos son las ganas de interpretarlo, ante el estado de las cosas. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha asegurado que ahora existe la oportunidad de utilizar la influencia política de Pekín para restaurar a paz. En un mensaje publicado anoche en su página oficial, sostiene: "Hablé con el líder de China. Fue una conversación larga y bastante racional. Suele decirse que tales conversaciones abren oportunidades. Ahora existe la oportunidad de dar un nuevo impulso a nuestras relaciones: Ucrania y China".

En su opinión, ahora se da "la oportunidad de utilizar la influencia política de China para restaurar la fuerza de los principios y reglas en los que debe basarse la paz". "Ucrania y China, así como la gran mayoría del mundo, están igualmente interesados en la fortaleza de la soberanía de las naciones y la integridad territorial", agregó. Un mensaje en el que alinea los objetivos de los dos países, insistimos, cuando Pekín es el máximo amigo que le queda a Putin en el planeta. 

En su mensaje, Zelenski ha rechazado las "amenazas con armas nucleares y la proliferación de armas nucleares en el mundo" y dijo que Ucrania está interesada, como China, en garantizar que la situación en torno a la planta de energía nuclear ucraniana de Zaporiyia, ahora en manos rusas, finalmente esté "completamente asegurada".

También dijo que "las instalaciones de energía nuclear nunca más se utilicen con fines militares, que es exactamente el tipo de uso cínico que Rusia está tratando de hacer". "Es muy importante que China comparta nuestra visión de la libertad de navegación y comercio. Informé a Xi Jinping sobre nuestros esfuerzos para restaurar las exportaciones de alimentos por vía marítima. Y escuché palabras de apoyo a nuestra Iniciativa de Granos del Mar Negro y su extensión, así como de respaldo a nuestros esfuerzos humanitarios, en particular el programa Granos de Ucrania", subraya.

"Por supuesto, una parte esencial de la conversación son nuestros puntos de vista sobre las formas de restablecer una paz justa. Presenté la fórmula de paz de Ucrania, sus puntos específicos. Acordamos continuar nuestras comunicaciones", anunció el mandatario.

La prensa china habla de "responsabilidad"

Medios estatales chinos destacan hoy que la conversación telefónica de Zelenski y XI "demuestra la responsabilidad de China" y "su deseo de promover una solución política" a la guerra "desde la sinceridad". Según un editorial del diario oficialista Global Times, la llamada prueba que China, "como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y como gran potencia responsable, desea promover una solución política desde la sinceridad y el desinterés".

"China se ha mantenido firme del lado de la paz y el diálogo y está siempre en el lado correcto de la historia. Tanto Rusia como Ucrania han acogido nuestros esfuerzos para promover la paz, y también las potencias europeas esperan que desempeñemos un papel más importante", asegura el editorial.

"Incluso la Casa Blanca acogió la llamada con beneplácito, dijo que es bueno. Esto acentúa el valor especial que tienen los esfuerzos de China en una situación tan compleja y cambiante como esta. China puede comunicarse directamente con todas las partes involucradas, buscar consenso y recibir respuestas positivas", agrega el medio.

La mediación de Pekín, subraya el Global Times, es posible porque "China se ha adherido siempre a una posición objetiva y justa, y ha demostrado su responsabilidad como gran potencia. Este papel, esta influencia, no pueden ser reemplazos en el mundo de hoy".

A pesar de que China insiste en que mantiene una posición neutral en el conflicto, Xi no había hablado con Zelenski desde el principio de la invasión rusa a Ucrania pero sí lo ha hecho en varias ocasiones con Vladímir Putin.

Desde el estallido de la guerra, China, que se opone a las sanciones contra Moscú, ha reiterado la importancia del respeto a la integridad territorial de los países, incluido Ucrania, y a las "legítimas preocupaciones de seguridad de todas las partes", en referencia a Rusia. Dadas sus buenas relaciones con Rusia, numerosas voces internacionales han pedido que Pekín use su influencia sobre Moscú para detener el conflicto.

Otros observadores han asegurado que la posición de China sobre la guerra pone en el mismo lugar al agresor y al agredido, aunque, según comenta hoy Global Times, la actitud de china es "visionaria y pragmática", y "demuestra estabilidad".

El "primer paso", según Bruselas

El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, consideró esta pasada noche que la conversación entre los dos líderes, chino y ucraniano, "una muy buena noticia" y un primer paso del acercamiento de los dos países. "Quiero hacer referencia a la reciente llamada telefónica entre el presidente Zelenski y el presidente chino Xi Jiping: era esperada, es una muy buena noticia y es un primer paso de que China eventualmente se acercará a Ucrania", aseguró el jefe de la diplomacia europea durante una rueda de prensa en Bogotá, donde está de visita oficial.

çEn ese sentido, Borrell aseguró: "Todos queremos paz pero tenemos que construir está paz para que sea justa", por lo que no puede ser "cualquier paz". "Necesitamos la movilización y compromiso de todo el mundo alrededor del mundo y más de países como China que es un miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU", dijo el exministro de Exteriores español. "La paz será decidida y es cosa de Ucrania decidir en qué términos, y mientras tanto seguiremos luchando por conseguirlo", puntualizó.

¿Pero por qué es importante una simple llamada?

Xi Jinping destaca sobre todo el hecho de que mandará a un enviado a Ucrania para abordar un posible “acuerdo político” a la guerra contra Rusia. Un enviado que también irá a “otros países” para examinar las salidas viables.

Previamente el Gobierno chino ha evitado involucrarse en conflictos entre otros países, pero parece estar intentando afianzarse como una fuerza diplomática global tras orquestar conversaciones entre Arabia Saudí e Irán en marzo, las cuales derivaron en la reanudación de sus relaciones bilaterales luego de una interrupción de siete años.

Xi no mencionó a Rusia ni la invasión de Ucrania iniciada el año pasado, y tampoco indicó si el enviado chino podría visitar Moscú. Hay, pues, lagunas en la llamada de ayer, que se preveía desde hace tiempo, luego de que Pekín indicó que quería fungir de mediador en la guerra. Tenía que dar el paso antes o después. 

China es la única potencia mundial que tiene relaciones amistosas con Moscú, al igual que peso económico, ya que es el mayor comprador de petróleo y gas rusos después de que Estados Unidos y sus aliados suspendieron la mayor parte de esas compras.

Pekín, que considera a Moscú un socio diplomático en su oposición al dominio estadounidense de los asuntos mundiales, se ha negado a criticar la invasión, y utilizó su condición de ser uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para desviar los ataques diplomáticos dirigidos a Rusia.

Previamente, Zelenski dijo que recibía con beneplácito el ofrecimiento chino de mediar en el conflicto.

El Gobierno de Xi ha intentado desempeñar un papel más relevante en la diplomacia global como parte de una campaña para devolverle a China lo que el gobernante Partido Comunista considera es su condición legítima de líder político y económico, y para desarrollar un orden internacional favorable a los intereses de su país. Ese es un cambio de rumbo radical tras décadas de evitar involucrarse en los conflictos de otros países y la mayor parte de los asuntos internacionales para darle preferencia al desarrollo económico interno.

En marzo, Arabia Saudí e Irán emitieron un anuncio sorpresivo, luego de conversaciones en Pekín, de que reabrirían sus embajadas en las capitales de los dos países tras una interrupción de siete años. China tiene buenas relaciones con ambos, a los cuales les compra grandes cantidades de petróleo. La semana pasada, el canciller Qin Gang les dijo también a sus contrapartes israelíes y palestinos que su país está listo para ayudar a facilitar las conversaciones de paz.

En su comunicado del miércoles, el gabinete chino advirtió sobre los peligros de una guerra nuclear, dejando entrever que Pekín también podría estar motivado por lo que considera es el creciente peligro de que la guerra en Ucrania se transforme en un conflicto más destructivo.

El mediar entre Ucrania y Rusia incrementaría la presencia de China en Europa oriental, donde Pekín ha tratado de forjar vínculos con otros gobiernos. Eso ha suscitado quejas de algunos funcionarios europeos de que el gobierno chino intenta adquirir ventaja sobre la Unión Europea.

Kimberly Marten, profesora de ciencias políticas en el Barnard College de la Universidad Columbia en Nueva York, duda que China tenga éxito en el papel de conciliador. "Me cuesta trabajo creer que China pueda actuar como pacifista”, señaló, e hizo notar que Beijing ha sido “demasiado cercano a Rusia", sostiene en declaraciones a AP.

Así son las relaciones Pekín-Moscú y Pekín-Kiev

China es lo más cercano a un aliado importante para el aislado gobierno del presidente Vladímir Putin. Xi y Putin emitieron un comunicado conjunto antes de la invasión de febrero de 2022 en el que señalaron que sus gobiernos tenían una “amistad sin límites”.

Pekín ha tratado de parecer neutral, pero ha repetido las justificaciones rusas para la invasión. Xi recibió una cálida bienvenida de Putin durante una visita a Moscú en marzo. El ministro de Defensa chino viajó a Rusia este mes.

China ha incrementado las adquisiciones de petróleo y gas rusos para su economía de gran consumo energético, lo que ayudó a contrarrestar los ingresos perdidos a consecuencia de las sanciones occidentales. A cambio, Beijing obtiene mejores precios, aunque no se han dado a conocer detalles.

La profesora Marten dijo que la llamada entre Xi y Zelenski fue "una especie de bofetada a Rusia, porque Rusia ha estado muy dispuesta a presentar a China como un aliado". Indicó que el contacto directo entre Pekín y Kiev “indica que China está dando al menos un paso para alejarse de Rusia”.

China era el mayor socio comercial de Ucrania antes de la invasión, aunque a una escala menor que el comercio entre los chinos y los rusos. En 2021, Ucrania anunció planes para que compañías chinas construyeran infraestructura relacionada con el comercio.

El gobierno de Zelenski se mostró más ambivalente ante Pekín después de que quedó claro que Xi no intentaría detener la ofensiva bélica de Putin, pero ambas partes han conservado su relación en términos amistosos.

“Antes de la invasión rusa en gran escala, China era el principal socio comercial de Ucrania. Creo que nuestra conversación hoy le dará un poderoso ímpetu al regreso, conservación y desarrollo de esta dinámica a todos los niveles”, según una lectura oficial ucraniana de la llamada.

El canciller Qin prometió este mes que China no proporcionará armas a ninguno de los dos bandos, un compromiso que beneficia a Ucrania, que ha recibido tanques, cohetes y otro armamento de parte de Estados Unidos y gobiernos europeos.

El embajador chino en Francia desató un revuelo en Europa cuando insinuó que las exrepúblicas soviéticas -entre las que se encuentra Ucrania- podrían no ser naciones soberanas, una frase en línea con los comentarios de Putin que niegan la soberanía de Ucrania.

Entonces Beijing les aseguró a los Estados que formaban parte de la Unión Soviética que respeta su soberanía, y señaló que los comentarios del embajador son su opinión personal, pero que no representan la política oficial.

Elizabeth Wishnick, del centro de investigación CNA en Estados Unidos y el Instituto Weatherhead de Asia Oriental, indicó en un correo electrónico: “Me pregunto si la llamada de Xi fue organizada rápidamente para desviar la atención” del alboroto por las declaraciones del embajador chino.