El truco definitivo para hacer churros perfectos en freidora de aire

El truco definitivo para hacer churros perfectos en freidora de aire

Tanto para churros congelados como caseros: rápido y sencillo.

Churros en una imagen de archivo.Getty Images

Los churros se preparan, tradicionalmente, mediante una fritura en aceite caliente. Sin embargo, ahora existe una opción algo más saludable: la freidora de aire. Este proceso, que sirve tanto para churros congelados como caseros, es rápido y sencillo. 

El medio Bon Viveur ofrece recetas para disfrutar de unos churros crujientes y dorados más ligeros y sin los inconvenientes de la fritura tradicional en aceite.

Churros congelados

Los churros congelados son una opción rápida y conveniente para satisfacer un antojo en cualquier momento, pues ya están listos para cocinar. Así, en este caso, tan solo hay que sacar seis churros del congelador y pincelarlos con una cucharada de aceite de oliva virgen extra. 

A continuación, se introducen en la cesta de la freidora de aire, previamente precalentada a 200 ℃ durante tres minutos, y programamos de forma manual 200 ℃ y 10 minutos. 

Cuando falten tres minutos para terminar la cocción, se les da la vuelta para que se doren por ambos lados. Una vez finalizada la cocción, se retiran de la freidora de aire. Finalmente, se pueden rebozar con azúcar y estarían listos para servir. 

Churros caseros

Si se opta por realizar churros caseros, se podrá hacer con la receta que se use normalmente para preparar la masa. Una vez lista, hay que precalentar la freidora de aire a 200 ℃ durante tres minutos. 

Mientras tanto, con la ayuda de una churrera o de una manga pastelera, se forman seis churros y se pincelan con una cucharada de aceite de oliva virgen extra.

Tras esto, se introducen los churros dentro de la cesta y se programa de forma manual 200 ℃ y 12 minutos. Cuando falten cinco minutos para terminar la cocción, se le da la vuelta para que se doren de forma homogénea. Finalmente, se retiran los churros caseros de la freidora de aire y mientras todavía estén calientes, se rebozan con azúcar. Y ya estarían listos.