Encuentran al paciente cero de este síndrome sexual

Encuentran al paciente cero de este síndrome sexual

El síndrome de Turner está caracterizado por tener solo una copia del cromosoma X.

Hombre en laboratorio con muestras.Getty Images

Un grupo de investigadores ha encontrado el origen del síndrome de Turner, uno síndrome sexual que afecta a mujeres que solo desarrollan una copia del cromosoma sexual X o dos copias, una de ellas incompleta.

Según indican en Medline, el síndrome de Turner no se diagnostica hasta la edad adulta, aunque hay algunos síntomas que se presentan desde su nacimiento como pueden ser la implantación baja de las orejas, cuello que se ve ancho o membranoso, paladar estrecho, párpados caídos, pecho más ancho plano y una estatura menor al nacer. 

Además, durante la pubertad puede darse que las mujeres con este síndrome presenten ausencia de menstruación o que esta sea muy ligera, no desarrollar los pechos e incluso infertilidad, en algunos casos.

Kyriaki Anastasiadou, experta en genómica antigua del Francis Crick Institute en Londres y coautora del estudio publicado en Communications Biology, ha destacado, según recoge National Geographic, que este hallazgo no solo permite la identificación de estos síndromes denominados sexuales, sino que da pasos hacia la percepción social que se tenía de estas personas en las sociedades antiguas.

La paciente cero del síndrome de Turner vivió Somerset, Reino Unido, hace aproximadamente 2.500 años durante la Edad del Hierro, según los datos recabados en la investigación en la que también se identificó al primer hombre con un cromosoma Y adicional, lo que se conoce como síndrome de Jacob. Además, también se hallaron tres hombres antiguos en distintos puntos con un cromosoma X extra, conocido como síndrome de Klinefelter.

Según Anastasiadou, la investigación no ha revelado indicios de que estas personas vivieran de forma diferente en la sociedad o que se les tratara de forma discriminatoria o se les apartase. 

Ulla Moilanen, arqueóloga de la Universidad de Turku en Finlandia, ha destacado a la citada revista que "cuantos más estudios como este se realicen, mejor podremos explorar cómo las sociedades pasadas veían el sexo y el género, o en el caso de ciertos síndromes genéticos, cómo se podría haber entendido la discapacidad en el pasado".