¿Una Navidad sin 'brilli brilli'? Las claves de la normativa que prohíbe la purpurina

¿Una Navidad sin 'brilli brilli'? Las claves de la normativa que prohíbe la purpurina  

Hay alternativas ecológicas para seguir brillando. 

Purpurina y lentejuelas para la NavidadGetty Images

Hace un par de meses saltó la noticia y los fans del brilli brilli y esas personas más navideñas que Mariah Carey entraron en pánico: la Unión Europea prohibía la purpurina. Aunque en un primer momento puede parecer una decisión radical, se trata de un paso imprescindible para evitar la contaminación de microplásticos que, además, permite otras alternativas para brillar durante las fiestas y el resto del año.

Esta nueva normativa de la Unión Europea, enmarcada dentro de la legislación de la UE sobre sustancias químicas (REACH), entró en vigor el 17 de octubre y pretende evitar “la liberación al medio ambiente de aproximadamente medio millón de toneladas de microplásticos”.

Por eso se ha prohibido la comercialización no solo de microplásticos, sino también de “productos a los que se hayan añadido microplásticos intencionadamente y que liberen dichos microplásticos durante el uso”. Es el caso de la purpurina, el que más repercusión ha tenido, pero también de algunos suavizantes o detergentes, juguetes, exfoliantes o incluso fertilizantes.

Se consideran microplásticos todas las “partículas de polímeros sintéticos inferiores a cinco milímetros que son orgánicas, insolubles y resistentes a la degradación”. Según un estudio de 2020, se calcula que hay alrededor de 14 millones de toneladas de microplásticos en el fondo del mar.

El impacto ambiental de los microplásticos

Julio Barea, geólogo y miembro de Greenpeace, explica que la purpurina “es uno de los elementos que más seriamente están contaminando el planeta por los microplásticos. Según detalla el experto hay dos tipos de estas minúsculas partículas de plástico: “Los que surgen de la desmembración de otros plásticos mayores o los que se fabrican ya siendo microplásticos, como es el caso de la purpurina”.

"Los estudios dicen que a la semana el ser humano está ingiriendo 5 gramos de plástico y especialmente microplástico, lo que supondría al año un cuarto de kilo de plástico"
Julio Barea

“Acaban en el mar, en la tierra y afectan a la biodiversidad. Están siendo ingeridos por varios tipos de especies e incluso se ha visto a amebas que han ingerido estos microplásticos. La cadena trófica se ve afectada y el último eslabón es el ser humano”, detalla Barea, que deja claro que los datos son serios. “Los estudios dicen que a la semana el ser humano está ingiriendo 5 gramos de plástico y especialmente microplástico, lo que supondría al año un cuarto de kilo de plástico que nos estamos metiendo entre pecho y espalda, entonces evidentemente hay un problema, no podemos seguir así”, denuncia el geólogo.

Barea explica que por culpa de la ingente cantidad de microplásticos que se desechan al día “estamos contaminando todos los sistemas del planeta y nos estamos contaminando a nosotros mismos”, provocando una “pandemia silenciosa”. “No le estamos haciendo demasiado caso pero en algún momento vamos a tener un problema mayúsculo con esto”, denuncia Barea, que cree que es positiva esta medida para intentar erradicar este problema.

Eso sí, para que la purpurina convencional desaparezca todavía pasarán años ya que con esta normativa se permite que el stock ya fabricado se siga vendiendo. “Con esta prohibición se tiene que adaptar la industria, pero los stocks los van a sacar y a vender. Todavía queda desgraciadamente”, se lamenta Barea.

¿La alternativa? Purpurina biogradable

A pesar de que la purpurina convencional ya sea para maquillaje, para hacer manualidades o para envolver regalos todavía puede comprarse hasta que el stock se agote, la nueva normativa pone de manifiesto que lo ideal es utilizar una alternativa que no tenga un impacto negativo en el planeta. 

Esa alternativa es la purpurina biodegradable, que se puede comprar en tiendas especializadas o en webs de productos ecológicos o respetuosos con el medio ambiente, como VeoBio. Víctor Manuel Regalado, responsable de la tienda, explica que la venden desde hace tres años y que ya era bastante popular entre sus clientes, pero que desde la prohibición de la UE "ha habido un boom". 

"La purpurina biodegradable tiene una base de celulosa mientras que la convencional tiene una base o bien de petróleo o bien de plástico, por eso se ha prohibido. El brillo, por así decirlo, es de origen mineral y no se utilizan microplásticos"
Víctor Manuel Regalado

"La purpurina biodegradable tiene una base de celulosa mientras que la convencional tiene una base o bien de petróleo o bien de plástico, por eso se ha prohibido. El brillo, por así decirlo, es de origen mineral y no se utilizan microplásticos para conseguirlo como en la otra", detalla . 

Sobre la elaboración de estar alternativa ecológica, Regalado explica que "hay un proceso de nacarado, que es un proceso natural, y luego los minerales que se utilizan para conseguir ese efecto brillante se trituran y se incorporan a la base de celulosa". Además, Regalado señala que hay dos tipos de purpurinas biodegradables, una de uso cosmético y otra para manualidades.

Una paleta de purpurinaGetty Images

Sobre la de uso cosmético, Regalado hace una recomendación para las personas que la vayan a utilizar estas fiestas: "Que no se aplique directamente sobre la piel, por eso vienen con un bote de aloe vera pero también se puede utilizar manteca de karité, ambos naturales, para fijarla". 

Aunque esta alternativa biodegradable es respetuosa con el planeta, Julio Barea pide aprovechar que se está hablando del tema para hacer una reflexión sobre cómo consumimos. "¿Necesitamos usar purpurina de verdad? Es insostenible. Es como el tema de la pajita, el 90% de la población no tiene problemas en la boca y puede beber sin pajita", defiende el geólogo. 

"Tenemos que plantearnos que nuestros actos tienen consecuencias, es que no necesitamos la purpurina, que está afectando muy negativamente al medio ambiente y a nosotros, porque al final inconscientemente te la acabas comiendo. Es un buen momento para concienciarse porque mucha gente no sabe cuales son las consecuencias de coger y usar la purpurina, y hay que contar que esto es un problema y que hay que dejar de utilizarlo", concluye Barea.