La subida de los alquileres, la expansión de las terrazas y la desaparición de comercios locales son solo algunos síntomas de esta turistificación de cada vez más capitales de España.
La reducción será del 90% cuando el arrendador baje más de un 5% el precio del alquiler en el nuevo contrato de una vivienda situada en una zona tensionada.
Los inquilinos denuncian presiones por parte de los propietarios para forzar subidas superiores al tope impuesto por el Gobierno, que presenta puntos débiles.