El expresidente de EEUU es sospechoso de haberse llevado documentos secretos a su residencia, pero se defiende asegurando que es una persecución de la "izquierda".
"Se produjo una lucha, en la que el sujeto hirió de muerte a González y luego se pegó un tiro con el arma de servicio del oficial", ha detallado el FBI.
“Nuestra postura es agresiva y se mantendrá así durante la toma de posesión”, avisa su director. O sea, que no están dispuestos a que se repita otro asalto.