Parece poco probable que funcionen, pero la alianza de izquierdas y la extrema derecha evidencian las fuertes fricciones que tiene Élisabeth Borne con la oposición.
No hay visos de que la estrategia de Starmer funcione, los aspirantes a suceder al 'premier' serán fieles en esta transición, pero la presión es mucha y hay versos sueltos.