2015 se anuncia como el año del fin del bipartidismo existente en España durante más de 30 años. La cuestión es si esta situación será transitoria o si va a definir el tablero político durante las próximas décadas y creo que la situación será transitoria, pase lo que pase con Podemos.
El presidente de la Comisión se enfrenta ahora a su envite decisivo. No sólo capeando la moción de censura, sino movilizando de una vez su anunciado plan de inversiones de 300.000 millones para el próximo trienio. Se lo espera, pero nadie todavía a estas alturas ve el famoso dinero fresco por ninguna parte.
Hay que ser críticos, muy críticos, con el funcionamiento de las instituciones europeas. Es la única forma de cambiarlas para mejorarlas. Pero la crítica destructiva, tal y como hacen los eurófobos, es tramposa: su objetivo no es tanto acabar con la UE como llegar a los Gobiernos nacionales. Que no nos tomen el pelo.
Los partidos se están echando la culpa entre sí y los italianos toman parte. Para algunos Prieti acaba de transformarse en un héroe. Para otros el hombre fue la mano derecha de Beppe Grillo. Y por lo que pasó el domingo todavía no se pueden buscar culpables.