Cinco respuestas a cinco dudas sobre los biocombustibles
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Cinco respuestas a cinco dudas sobre los biocombustibles

La compañía energética Cepsa trabaja por liderar la fabricación de biocombustibles 2G en España y Portugal, fundamentales para impulsar la descarbonización del transporte por carretera, marítimo y aéreo.

Los biocombustibles juegan un papel crucial para lograr la reducción de emisiones de la UE en, al menos, un 55 % de aquí a 2030.IMSS


España, junto al resto de países de la Unión Europea, abandera uno de los compromisos  fundamentales sobre cambio climático del Acuerdo de París: lograr la neutralidad climática en 2050. Para lograr esto, que las emisiones de gases de efecto invernadero sean iguales o menores a las que se eliminan a través de la absorción natural del planeta, los estados de la UE diseñaron una completa estrategia que quedó recogida en el Pacto Verde Europeo.

Uno de los ejes de ese pacto pasa por la eliminación de los combustibles fósiles como fuentes de energía principal. En sectores donde la electrificación es más difícil, como es el caso del transporte pesado o de la industria, aboga por el uso de energías y combustibles renovables, entre los que se incluyen los biocombustibles. Todos hemos oído hablar de ellos. Aparecen en conferencias, titulares o documentales, ¿pero tenemos claro qué son, para qué sirven y cuáles son las ventajas de los biocombustibles?

¿Qué son los biocombustibles?

Son un tipo de combustible renovable que se obtiene mediante el tratamiento físico o químico de materia orgánica como la biomasa o residuos. Su utilización puede llegar a reducir hasta en un 90% las emisiones de CO2 en todo su ciclo de vida respecto a los combustibles tradicionales, ya que proceden de materia prima que ha absorbido durante su crecimiento CO2 de la atmósfera. Por ello son un elemento clave en la transición energética y en el impulso de la descarbonización del transporte por carretera, marítimo y aéreo, responsables del 23% de emisiones mundiales en 2022 .

¿A qué nos referimos cuando hablamos de biocombustibles de segunda generación?

Se habla de biocombustibles de primera (1G) o segunda generación, (2G) en función del origen de la materia prima.  Los primeros proceden de cultivos agrícolas como la caña de azúcar, la remolacha o la melaza; cereales como el trigo, la cebada o el maíz, o de aceites de palma o girasol. Los segundos se obtienen de residuos orgánicos que no compiten con la alimentación, como los aceites usados de cocina o los desechos agrícolas o ganaderos, entre otros.

*Cepsa comenzó a producir biocombustibles de segunda generación en 2022, en el Parque Energético La Rábida, en Palos de la Frontera (Huelva), un hito muy importante en la transformación de la compañía hacia un modelo energético más sostenible. Desde entonces, han ido adaptando diferentes activos de sus Energy Parks para que puedan procesar las materias primas necesarias para producirlos y están reconvirtiendo unidades para aumentar la producción.

¿Cuál es su papel en la transición energético?

Los biocombustibles 2G juegan un papel crucial para alcanzar los objetivos recogidos en Fit for 55 (Objetivo 55), el conjunto de propuestas encaminadas a revisar y actualizar la legislación de la UE para lograr la reducción de emisiones de la UE en, al menos, un 55 % de aquí a 2030.

Esta revisión legislativa se aplica a todos los sectores del transporte y marca un objetivo de reducción de emisiones del 14,5% en 2030 o un uso de energía renovable en el transporte de un 29%.

Estas son las ventajas del uso de biocumbustibles:

Descarbonización. Debido a su capacidad para reducir emisiones, ayudan a descarbonizar sectores difíciles de electrificar, como la industria o el transporte pesado terrestre, aéreo y marítimo.

Solución inmediata. Son químicamente análogos a los combustibles fósiles empleados en los motores actuales de vehículos, camiones, barcos y aviones, lo que permite desde ya su sustitución parcial o total sin necesidad de realizar modificaciones en los motores, ni inversiones los sistemas de almacenamiento y distribución.

Economía circular. El uso de residuos para su fabricación reduce el impacto de esos residuos en el medioambiente, dándoles una segunda vida y evitando que terminen en vertederos.

Disponibilidad. Existen tecnologías maduras para llevar a cabo su producción y, en ciertos casos, se pueden reutilizar instalaciones industriales existentes, con ciertas modificaciones, para su fabricación.

Independencia energética. Son una alternativa al petróleo y al gas, lo que permite diversificar las fuentes energéticas y, por tanto, contribuyen a incrementar la seguridad de suministro y la independencia energética de España y Europa.

* La estrategia 2030 'Positive Motion' de Cepsa se ha fijado como objetivo producir 2,5 millones de toneladas anuales de biocombustibles que la convertirán en líder en España y Portugal. Esta cantidad supone sobrevolar 2.000 veces el planeta.

El acceso a la materia prima es uno de los grandes retos de esta industria, Cepsa tiene acuerdos con diferentes proveedores y colabora en la investigación de posibles materias primas para producir biocombustibles con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con Cooperativas Agro-alimentarias de España y con el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC).

¿Qué usos tienen los biocombustibles?

El diésel renovable (HVO), el combustible sostenible de aviación (SAF) y el biometano, se consolidan como opciones prometedoras para reducir las emisiones de carbono.Getty Images/iStockphoto

Vivimos en un entorno en el que crece el interés por consumir energía más sostenible, lo que implica que diferentes tipos de combustibles renovables se introduzcan cada vez más en nuestras vidas. Entre los biocombustibles más populares están el diésel renovable (HVO), el combustible sostenible de aviación (SAF) y el biometano, que se consolidan como opciones prometedoras para reducir las emisiones de carbono en distintos sectores.

El diésel renovable puede sustituir al diésel actual tanto en la industria como en el transporte terrestre y marítimo; el SAF es la versión sostenible del queroseno y su objetivo es descarbonizar la aviación, y el biometano es una alternativa para reemplazar al gas natural en la industria y movilidad. El rasgo que comparten todos ellos está claro: pueden sustituir a los combustibles fósiles empleados actualmente.

*Hoy en día Cepsa es la única compañía que comercializa SAF en cinco de los principales aeropuertos españoles: de Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca y Sevilla. Aeropuertos por los que cada año pasan más de 160 millones de viajeros, lo que supone el 60% del tráfico de pasajeros nacional.

¿Cuál es su proceso de producción?

En primer lugar, es necesario contar con un proveedor de los residuos (empresas y particulares del sector agrícola, ganadero o industrial). Esta materia prima llega hasta las instalaciones productivas (en el caso de Cepsa, sus Energy Parks) por camión o barco. Estos residuos se almacenan y después pasan a una unidad de pretratamiento de residuos orgánicos. Una vez tratados, se envían a las unidades de fabricación, en la que se obtienen los productos finales como el SAF o el diésel renovable. Estos productos se almacenan nuevamente hasta que son distribuidos a los clientes del sector aéreo, marítimo o terrestre.

* En abril de 2023 Cepsa y Bio-Oils anunciaron la construcción de la mayor planta de biocombustibles de segunda generación del sur de Europa. La nueva planta, que contará con una capacidad de producción flexible de 500.000 toneladas anuales de SAF y diésel renovable, supondrá una inversión de hasta 1000 millones de euros

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Mila Fernández es redactora de LIFE en 'El HuffPost' y editora de branded content.