Música navideña, nuevos rostros y gritos a Armengol: así ha arrancado la legislatura más tensa

Música navideña, nuevos rostros y gritos a Armengol: así ha arrancado la legislatura más tensa

Felipe VI pide aparcar las divisiones mientras PP y Vox tratan de calentar el acto institucional criticando a la presidenta del Congreso por su discurso.

Los reyes Felipe VI y Letizia, al término del acto de apertura de las Cortes en el Congreso de los Diputados.Getty Images

"Disculpe, ¿qué calle es esta?". Una mujer, móvil en mano, trata de ubicarse preguntando a uno de los numerosos policías nacionales que están distribuidos por los alrededores del Congreso. "Mire ahí, lo pone arriba", le contesta el agente señalando la esquina de la vía. "Pero, ¿dónde quiere ir?", le inquiere. "A recoger a un familiar a un hostal", contesta la mujer, ya con medio cuerpo atravesando el cordón policial. "¿Tiene justificante? Si no, no puede ser, tiene que salir él", zanja el policía. 

Estamos en la calle Cedaceros, una de las vías que da acceso a la Cámara Baja, pero la escena se produce a tres manzanas de la puerta del Parlamento. Es uno de los muchos controles que este miércoles se han establecido entorno al Hemiciclo, donde ha tenido lugar la apertura solemne de las Cortes, con presencia —y discurso— del rey Felipe VI. De ahí el despliegue de seguridad, casi más férreo que el que se vivió durante la investidura de Pedro Sánchez. 

Una jornada protocolaria que se vive al inicio de cada legislatura y que, sin embargo, provoca algunas escenas de cierto caos en la ubicación de los diputados y senadores. La cara de Marta Lois, portavoz de Sumar, era de total pasmo cuando, al entrar a la Cámara, vio que donde habitualmente están sentados ella y sus compañeros de grupo, estaba todo ocupado por parlamentarios del PP y un par del PNV. Ella tenía su escaño reservado, el primero de la fila por la izquierda, pero el resto de diputados del partido de Yolanda Díaz se han tenido que buscar las habichuelas por el Hemiciclo. 

Esto ha generado una curiosa escena, en la que los diputados de Podemos, Ione Belarra incluida, han acabado sentados al fondo del todo, detrás de los de Vox. La exministra, palestina al cuello, justo detrás de Carla Toscano, una de las parlamentarias de la ultraderecha más duras con su compañera Irene Montero durante la pasada legislatura. 

  La portavoz de Sumar, Marta Lois, de negro a la derecha, conversa con compañeros sobre la posición de sus compañeros de grupo.Europa Press via Getty Images

El ambiente en el Congreso era propio de un día especial. Los habituales uniformes de los ujieres y de los policías nacionales se mezclaban con las engalanadas vestimentas de los militares, desde los del Aire hasta los de Tierra, pasando por la banda de la Armada Real. Y en medio de tanta fanfarria y pompa, el sonido de un villancico partiendo de una de las viviendas colindantes a la Cámara Baja hacía recordar que estamos ya en período prenavideño. Por si no quedaba claro, el frío y la débil lluvia situaban al personal allí arremolinado en el día de finales de noviembre en que se celebraba el acto. 

Y era mucho el personal y muy variopinto. En la tribuna de invitados se juntaban expresidentes del Congreso y del Senado (Trillo, Aguirre, Batet, Posada, Lucas...); el defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, que conversaba con el nuncio Bernardito Cleopás; el presidente de la patronal, Antonio Garamendi; y hasta Miquel Roca, uno de los dos únicos padres de la Constitución vivos. 

Mientras el acto empezaba en la calle y se retransmitía por las pantallas gigantes del Hemiciclo, los ministros iban entrando. Los veteranos y los más nuevos, algunos estrenando escaño en el Congreso y buscando dónde situarse en el primer día de clase. Los de Sumar, para conmemorarlo, han retratado esta jornada con una foto de familia. 

  Varios ministros de Sumar se fotografían en el Congreso de los Diputados.EFE

Al otro lado, la conversación era distendida entre tres de las cuatro vicepresidentas: Díaz, Ribera y Montero. Cuando por fin ha entrado Pedro Sánchez, el comentario de la vicepresidenta segunda y socia de coalición ha sido evidente sobre el frío que acababa de pasar el jefe del Ejecutivo. Risas, más charleta. Hay que esperar al rey, a la reina y a la princesa, que entran por la Puerta de los Leones, que da acceso directo a la tribuna. 

Desde allí arriba, tras sonar el himno, han comenzado los parlamentos. El primero, el de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que ha generado murmullos y críticas posteriores por su contenido político. A los parlamentarios de la derecha y de la ultraderecha les ha dolido especialmente la parte en la que ha mencionado las leyes que, a su juicio, han "conseguido ampliar derechos y mejorar la vida de las personas". Al enumerarlas, la bronca. Porque se ha referido a la ley de eutanasia, la del aborto, la del matrimonio igualitario, la de dependencia o el Ingreso Mínimo Vital. Todas, leyes de la izquierda.

"¡Esto no es un mitin!", ha vociferado un parlamentario de Vox, que muy probablemente se haya quedado a cuadros al ver que el rey aplaudía el discurso de la presidenta del Congreso. Lo han hecho él, el resto de miembros de la Familia Real, y los partidos que han apoyado la investidura de Sánchez. PP y Vox han preferido no hacerlo. 

Y eso que Armengol acababa de pedir "evitar la degradación del parlamentarismo" y ejercer "la empatía" con el que piensa diferente, dando "ejemplo desde la transparencia y el respeto". No hubo suerte. A la salida se ha encontrado con las críticas tanto de la ultraderecha, que ha tildado de "mitin" el parlamento de la presidenta del Congreso; como del PP, que ha calificado de "sectario" el discurso y no representativo de todos los españoles. 

Les ha gustado más el discurso del rey Felipe, aunque también haya defendido "una España sólida y unida, sin divisiones ni enfrentamientos" y que el Parlamento sea un espacio donde se genere "la integración de diferentes opciones y proyectos dentro de nuestra Constitución". 

La Carta Magna también ha estado presente en el discurso de Armengol, que ha asegurado que tiene que ser el "punto de encuentro" de ese diálogo que ha reclamado durante su alocución. El rey, como cabía esperar, se ha referido mucho más al acuerdo del 78 afirmando que reivindicarlo "no es, en absoluto, mirar atrás con nostalgia" y que lo que debemos hacer es "honrar su espíritu, respetarla y cumplirla, para hacer efectiva la definición de España como un Estado Social y Democrático de Derecho". 

Y de nuevo, como pasó en la jura de la princesa Leonor hace pocas semanas, la derecha y la ultraderecha han tratado de alargar el aplauso al monarca tras su discurso. Pero el rey, aprendido tras el bochorno de la última vez, ha cortado de raíz dándose la vuelta y tomando el camino por el que había entrado al Hemiciclo. Después, divertido, ha comentado con Armengol y con los que le acompañaban que había tratado de detener la ovación con gestos, pero que no había manera. 

  Alberto Núñez Feijóo, sin gafas, detrás de Pedro Sánchez.Europa Press via Getty Images

En el patio, según iban saliendo del besamanos y mientras se celebraba un breve desfile a las puertas del Congreso, algunos diputados iban comentando la actualidad con los periodistas, mientras otros, ministros incluidos, esquivaban a la prensa. Quedará para el recuerdo el 'recorte' a los reporteros de María Jesús Montero, titular de Hacienda y vicepresidenta cuarta, que ha provocado risas y alusiones futbolísticas varias. 

Uno de los más sonrientes y contentos, Borja Sémper, que acababa de ser ratificado como portavoz nacional del PP. Del lado contrario, los ministros que ya no son ministros, y que miraban los corrillos y los micrófonos con una evidente nostalgia. Hace apenas un cuarto de hora, esa atención era para ellos. 

  Cuca Gamarra y Borja Sémper, en el Congreso.Europa Press via Getty Images

Entre los temas de conversación y las preguntas a sus señorías, tanto lo que se acababa de vivir en el Hemiciclo como —oh, sorpresa— Cataluña y la amnistía. Ante la supuesta amenaza de Puigdemont de pactar con el PP una moción de censura, en el PSOE respondían asegurando que siempre cumplen los acuerdos. 

¿Y la primera reunión con Junts y el mediador, que todo apunta a este sábado? Ni palabra. Santos Cerdán, casi a la carrera, respondía diciendo que es una reunión de trabajo y evitaba confirmar la fecha. Otros parlamentarios socialistas se hacían los locos alegando desconocimiento total. 

Hasta se han colado las quejas de Ayuso por no estar en la inauguración del tramo de AVE de la Variante de Pajares, que une León y Oviedo. Porque algunos de los presentes, como el rey, el presidente del Gobierno y el ministro de Transportes, Oscar Puente, marchaban directos desde el Congreso a este otro evento. 

Como el tren, la legislatura arranca. Lo hace sin vagón del silencio y con algunos confiando en que descarrile pronto para poder tener otra oportunidad en unas nuevas elecciones. Sólo el tiempo dirá si finalmente llega a su destino: el año 2027. 

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