Una piedra en el camino de Feijóo

Una piedra en el camino de Feijóo

El PP admite en privado su frustración por el foco que está tomando la moción. Feijóo no estará y el PSOE le acusa de “tirar la piedra y esconder la mano”. 

Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, durante un acto.Europa Press via Getty Images

Alberto Núñez Feijóo no acudirá al debate de la moción de censura, que tendrá a Ramón Tamames de candidato y que Vox registró finalmente este lunes. “Tiene cosas mucho más importantes que hacer antes que participar en ese teatro”, sugieren desde su equipo. Un día más, los portavoces oficiales del PP ningunearon la moción y trataron de restarle importancia. “Será un show” aunque, en privado, reconocen que el asunto les estorba e incluso les preocupa, toda vez quita el foco de atención allí donde ellos quieren situarlo. “En el momento de mayor debilidad del Gobierno, Vox recurre al rescate mediático de Sánchez”, lamentó Borja Sémper, portavoz de campaña.

Para disgusto de Génova, la moción monopolizó el debate político doméstico en este inicio de semana, como ya lo hizo a finales de la pasada. Santiago Abascal se presentó en el Cámara Baja rodeado por su equipo de confianza para registrar la moción, que presentará en el hemiciclo, e insistió en tender la mano para el PP para que vote que “sí”, como en el partido verde aseguran que quiere la mayoría de sus votantes. “Aquí seguimos algunos”, afirmó Abascal en rueda de prensa, denostando el “no” de Pablo Casado a su anterior moción, cuando dijo eso de “hasta aquí hemos llegado”.

Para disgusto de Génova, la moción monopolizó el debate político doméstico en este inicio de semana, como ya lo hizo a finales de la pasada

Vox solicitó formalmente que la moción se celebre cuanto antes. Esto es, no después del 4 de abril, para que se pudiera convocar un super domingo electoral en el improbable caso de que prosperara, uniendo los comicios generales a los autonómicos y locales de finales de mayo. Un extremo que ahora le toca decidir a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, aunque fuentes de Moncloa ya deslizaron hace unos días la posibilidad de retrasar el debate hasta el mes de abril, más próximo a la campaña, toda vez interpretan que les beneficia.

Sea como fuere, el PP ya ha confirmado que se abstendrá, como publicó El HuffPost. Ni sí ni no, una fórmula de trámite que da a entender el perfil bajo con el que partido quiere abordar esta cuestión. “Aquí los únicos que están felices son los del Gobierno que ya no tienen que responder por la ley del sólo sí es sí. ¿Esto es un problema para nosotros? Desde luego, no es el escenario más idóneo”, según un destacado dirigente del PP. La prensa de centroderecha se ha alineado con esta tesis, como se pudo comprobar a través de los editoriales de ABC, La Razón y El Mundo.

Cabe destacar, además, que el PP necesitará negociar con Vox si quiere arrebatar al PSOE comunidades y ayuntamientos en las que hoy gobierna, según los sondeos. “Es un equilibrio difícil. Feijóo no quiere esta moción, lo ha dejado claro. Tampoco quiere a Vox en sus gobiernos. Pero se acercan las elecciones y las encuestas son las que son son. Entiendo perfectamente que no quiera dar un golpe en la mesa y romper todos los puentes con Vox como hizo Casado, no sería prudente cuando dentro de unos días tendremos que sentarnos con ellos”, según la reflexión de un líder autonómico. Este fin de semana, el gallego estuvo en las Islas Baleares con Marga Prohens, que tiene opciones reales de convertirse en la próxima presidenta de la comunidad con ayuda de los de Abascal.

“Aquí los únicos que están felices son los del Gobierno que ya no tienen que responder por la ley del sólo sí es sí. ¿Esto es un problema para nosotros? Desde luego, no es el escenario más idóneo”, dicen en el PP

Mientras, el único que parece satisfecho con la maniobra de Vox es el Partido Socialista, convencido de que es el escenario propicio para que Sánchez haga un balance de gestión y ponga encima de la mesa las medidas que está aprobando el Consejo de Ministros y que en muchas ocasiones quedan opacadas por su enfrentamiento con Unidas Podemos. Aún más, creen que la manifiesta incomodidad del PP puede erosionar electoralmente a Feijóo: “Tira la piedra y esconde la mano”, afirmó María Jesús Montero, queriendo vender la tesis de que con la abstención el PP estaría bendiciendo un “Gobierno de extrema derecha”.

En Ferraz no gustó nada el plan de sus socios de investidura de boicotear la moción. A saber, ERC planteó un boicot conjunto el día del debate para “no blanquear” a Vox. De “esperpento” tachó Unidas Podemos la moción, aunque no se pilló los dedos sobre qué hacer con su turno de palabra. Los socialistas descartaron de inmediato los planes de la formación independentista: el Ejecutivo responderá y le da toda la importancia a lo que ocurra esos días en la Carrera de San Jerónimo. “Nos tomamos la convocatoria de la moción con la máxima seriedad”, zanjaron.

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Corresponsal político de El HuffPost.