El día que Pepsi evitó que se destapara la fórmula de la Coca-Cola

El día que Pepsi evitó que se destapara la fórmula de la Coca-Cola

Un secreto que valorado en más de un millón de euros por aquel entonces.

Imagen de archivo de un mural con latas de Pepsi y Coca-Cola en Edmonton (Alberta, Canadá).Artur Widak/NurPhoto via Getty Images

Coca-Cola o Pepsi. "Ése es el dilema", que diría un príncipe de Dinamarca. A menudo puede llegarse a pensar en el mundo empresarial y las altas esferas de los grandes ejecutivos como una especie de aguas de tiburones con corbata en los que no hay cabida para nada que no sea la más dura competencia. Sin embargo, la siguiente historia recogida por el digital El Economista, apunta a que siempre hay excepciones.

Con el motivo del 135 aniversario de Pepsi, el citado medio se ha hecho eco de una historia tan curiosa como excepcional. El día en el que Pepsi pudo tener en sus manos la codiciada fórmula secreta de su máximo competidor y no hizo lo que todo el mundo pensó que haría. Jugó limpio. 

Corría el verano de 2006 y, según recogió la Agencia EFE en su día, un grupo de tres personas trataron de venderle a Pepsi la fórmula de Coca-Cola. Spoiler (bueno, es obvio que ya sabéis que continúa siendo secreto), esa trama fue desarticulada sin necesidad de que interviniese el FBI. 

Se trató de Joya Williams, de 41 años, ejecutiva de Coca-Cola; Edmund Duhaney, de 43 años, e Ibrahim Dimson, de 30 años. Ellos estaban detrás de 'Dirk' el nombre de la carta que recibieron en Pepsi ofreciéndoles secretos de la compañía rival a cambio de 1,2 millones de euros.

De agentes del FBI y ejecutivos

Ahí fue cuando tuvo lugar una exhibición de honor y servicio a la justicia, puesto que desde Pepsi contactaron con la Oficina Federal de Investigaciones de EEUU (sí, el FBI). Después tuvo lugar uno de esos operativos de guion hollywodiense. A sabiendas de que las cámaras de seguridad habían grabando a Dimson sacando de Coca-Cola documentos confidenciales y una muestra de una nueva bebida. 

Los agentes federales se hicieron pasar por ejecutivos de Pepsi y le dieron unos 23.500 euros a Dimson, que no se olía lo que estaba ocurriendo. Fue condenado a cinco años de prisión, mientras que Williams fue sentenciada a ocho y Duhanay a dos. 

¿Y qué dijeron después las compañías? El por aquel entonces portavoz de Pepsi, Dave DeCecco, aseguró que "hemos hecho lo que cualquier empresa responsable hubiese hecho. La competencia puede ser fiera, pero debe ser justa". El que fue presidente ejecutivo de Coca-Cola, Neville Isdell, transmitió su "sincero aprecio" a Pepsi.