Dos manjares asoman en el campo español gracias a las abundantes lluvias

Dos manjares asoman en el campo español gracias a las abundantes lluvias

Se están dando las condiciones perfectas para la proliferación de estas setas.

Un hombre recogiendo setas en el campo.Getty Images

Cuando termina el calor del verano, surge de la tierra uno de los manjares de nuestra gastronomía: las setas. La lluvia hace que, tanto los níscalos como los boletus, comiencen a asomar en el campo español. 

Las lluvias sin heladas favorecen su crecimiento

Los níscalos son unos de los hongos con el ciclo de crecimiento más largo. Suelen poder empezar a verse un mes después de las primeras lluvias abundantes de la temporada estival. Así que, para saber dónde comenzarán a asomarse, hay que tener muy en cuenta dónde han sido las primeras tormentas del final del verano.

Para que empiecen a crecer se tiene que dar un requisito fundamental: que llueva en los meses de verano durante dos o tres horas una cantidad mínima de 20 litros por metro cuadrado. Lo ideal sería que las lluvias se produjeran dos o tres veces cada dos o tres semanas. 

Lo mismo pasa con los boletus, una de las setas más demandadas por los aficionados. Son unos hongos de temporada otoñal, que suelen aparecer desde finales de septiembre hasta finales de noviembre. Con las lluvias de final del verano -últimos días de agosto y primeros de septiembre- comienzan a crecer hasta que consiguen el tamaño necesario para ser recolectados.

Suelen comenzar a aparecer después de que se produzcan precipitaciones intensas, aproximadamente unos 10-15 días después de las lluvias. Además, la temperatura no debe ser muy fría y tampoco puede haber mucho viento para que proliferen. Esta especie suele darse en lugares donde la altura sea superior a los 700 metros sobre el nivel del mar.