Hallan en el exoplaneta del infierno el tesoro ansiado en la Tierra

Hallan en el exoplaneta del infierno el tesoro ansiado en la Tierra 

KELT-9 b, descubierto en 2016, se encuentra a 670 años luz de la Tierra

Ilustración de KELT-9 B.BIBIANA PRINOTH

KELT-9 b es el exoplaneta más caliente de la galaxia y orbita a unos 670 años luz de la Tierra. El cuerpo celeste, con una temperatura promedio de 4.000 grados centígrados, ha emocionado a los astrónomos desde su descubrimiento en 2016 y ha vuelto a hacerlo después de que un grupo de investigadores suecos hallasen un extraño yacimiento de tierras raras, ese grupo de elementos químicos que se utilizan en la elaboración de una amplia variedad de tecnologías modernas. 

"Hemos desarrollado un nuevo método que hace posible obtener información más detallada. Usando esto, hemos descubierto siete elementos, incluida la rara sustancia terbio, que nunca antes se había encontrado en la atmósfera de ningún exoplaneta", dice  Nicholas Borsato, estudiante de astrofísica en la Universidad de Lund, en un comunicado del que también se hace eco la revista Xataka.

Es la primera vez que se detecta terbio, un metal de tierras raras que pertenece a los llamados lantanoides, en la atmósfera de un exoplaneta. "Encontrar terbio en la atmósfera de un exoplaneta es muy sorprendente", añade Borsato en el comunicado. 

Igual de raro es encontrarlo en la Tierra. Descubierto en 1843 por el químico Carl Gustaf Mosander en una mina cercana a Estocolmo, el terbio es un sustancia muy rara, tanto que el 99 % de la producción mundial se produce en Mongolia. 

El terbio se utiliza en la fabricación de múltiples dispositivos electrónicos, como pantallas de televisores y monitores de ordenador para producir imágenes de alta calidad. Además se utiliza en la industria nuclear y tiene algunas aplicaciones en la medicina, como en la terapia de radiación para el tratamiento de ciertos tipos de cáncer.

El terbio no es la única tierra rara

Además del terbio, el método de la Universidad de Lund, ha permitido encontrar restos de otras tierras raras como el vanadio, bario, estroncio y níquel, así como otros elementos químicos de los que se tenía conocimiento desde el hallazgo del exoplaneta KELT-9 b, como hierro, titanio, sodio, magnesio, cromo o escandio de itrio.

Gracias al método de medición avanzado desarrollado por los investigadores suecos se abre la posibilidad de saber más sobre las atmósferas de otros exoplanetas. "Aprender más sobre los elementos más pesados nos ayuda, entre otras cosas, a determinar la edad de los exoplanetas y cómo se formaron", explica Nicholas Borsato.

"Detectar elementos pesados en las atmósferas de los exoplanetas ultracalientes es otro paso para aprender cómo funcionan las atmósferas de los planetas. Cuanto mejor conozcamos estos planetas, mayores posibilidades tendremos de encontrar la Tierra 2.0 en el futuro", concluye.