Un experto de la AEMET evalúa los riesgos reales de las brutales turbulencias sufridas en estos días en los aviones del Atlántico

Un experto de la AEMET evalúa los riesgos reales de las brutales turbulencias sufridas en estos días en los aviones del Atlántico

El Dr. González Alemán responde a las dudas de si estos movimientos suponen un problema real o no.

Simulación del efecto de vientos turbulentos en el ala de un avión@glezjuanje

Incluso para las personas más acostumbradas a subirse en un avión, viajar en ese mastodóntico medio de transporte es siempre un momento de nervios, tensión e incluso miedo. 

Uno de los motivos principales es la aparición de turbulencias, que en determinados momentos, y debido a los fuertes vientos, borrascas y cambios de presiones en el tiempo, pueden provocar que las personas a bordo experimenten unos pequeños vaivenes que les alerten de que algo no va bien. Pero, ¿es realmente peligroso?

Esta pregunta ha sido respondida por el meteorólogo de la AEMET, el Dr. J.J. González Alemán. En su perfil de X, el experto ha explicado lo que ocurre cuando se producen estas turbulencias y por qué no implican ningún peligro salvo situaciones extremas, en cuyo caso los pilotos suelen percatarse y actuar en consecuencia de una forma segura y satisfactoria.

De acuerdo con lo expuesto por Alemán, las turbulencias son fenómenos puntuales que ocurren en momentos en los que se producen diferencias de presiones. Es en estos casos cuando las alas de los aviones -como bien destaca- son atravesadas por el fluido laminar (el aire).

Alemán explica que "esto provoca que se produzca una fuerza hacia arriba (sustentación) debido a la diferencia de presiones, que contrarresta la fuerza de gravedad". Es decir que el avión puede volar sin problemas pese a que esté recibiendo presiones desde abajo gracias a la fuerza de gravedad, que impide que la aeronave caiga.

Además, destaca que cuanta mayor sea la velocidad del avión, mayor será la diferencia de presiones y la fuerza de sustentación (hacia arriba). Esto explica que el avión pueda despegar y mantenerse suspendido en el aire una vez que logra que una velocidad suficiente capaz de ejercer mayor presión que el propio peso del avión.

Pero, ¿y si el viento es turbulento y no laminar?

En este caso, la diferencia de presiones antes mencionada se ve alterada, de modo que el efecto generado sea el del avión dando estos pequeños saltos, ya que la fuerza de presión hacia arriba y la de sustentación se ven afectadas. 

De acuerdo con las imágenes publicadas por Alemán en el hilo, se muestra la forma en la que se manifiestan estos vientos, como si hubiera una barrera delante del ala, lo que genera una zona de turbulencias corriente abajo.

Por tanto, la explicación aestos saltos que los viajeros experimentan cuando se producen turbulencias, son provocados por estos "pequeños desequilibrios" entre ambas fuerzas: la de presión hacia arriba y el peso de la gravedad hacia abajo.

Sin embargo esto no influye en la sustentación del avión, por lo que se puede asegurar sin miedo al error, que estas diferencias de presiones no suponen ningún tipo de riesgo para las personas que se encuentren en el avión. 

Como ya hemos destacado antes, y como informa el meteorólogo, tan solo hay ciertos casos extremos en los que esa sustentación es eliminada, aunque son momentos muy puntuales y en los que los pilotos cuentan con los conocimientos y herramientas suficientes para identificarlos y resolver la situación sin incidentes.