Un exempleado de Apple cuenta la "pesadilla" que vivió trabajando para la compañía

Un exempleado de Apple cuenta la "pesadilla" que vivió trabajando para la compañía

"Espero que estéis orgullosos".

Tuit de @alvaromapache.twitter: @alvaromapache.

Álvaro Girona Arias estuvo hasta abril de 2022 trabajando como ingeniero informático en la famosa empresa tecnológica fundada por Steve Jobs, Apple.

El joven ha contado en LinkedIn, tras tres años como empleado, cómo fue su experiencia allí, la cual ha calificado de "pesadilla", a pesar de que sabe que "para muchos sería un sueño".

"Cerca de año y medio después de tener que dejar el puesto debido a los abusos y malos tratos que recibí allí, las secuelas del daño que me causaron aún no se han curado", ha empezado explicando.

También ha manifestado que llegó a trabajar "períodos de más de 3 semanas, incluyendo festivos y fines de semana, con jornadas de más de 16 horas de media, llegando incluso a hacer 20 horas" en alguna ocasión.

Esto significa, en muchos casos, acostarse a las 7 de la mañana y levantarse tres horas después, a las 10: "Me levantaba con un mensaje de mi manager exigiendo que trabajase más duro porque íbamos con retraso".

"Llegué a perder 16kg de peso, pasando de 80kg a 64kg en pocos meses. Midiendo 1,90, recuerdo la forma exagerada en la que se me marcaban los huesos y las costillas", ha especificado.

Y así ha continuado destripando a la empresa: "En verano me dejasteis sin vacaciones. Me quedé solo cubriendo todo el mes de agosto y después me dijisteis que no iba a poder disfrutar de mis días en lo que quedaba de año porque no daba tiempo, así que las iba a perder".

Por todo ello, ha denominado su esfuerzo de "inhumano", acusando a la compañía de "machaque mental". Tras el desgaste, ha asegurado que le coaccionaron para "coger una excedencia", ya que estuvo 3 meses de baja.

"Tuve que huir de ese sitio y decidí pedir una excedencia voluntaria que finalizó hace 2 semanas, porque mi cuerpo y mi salud mental no aguantaban más. Elisenda Bou-Balust y Jordi Ferreira, me dijisteis que cuando la terminase y quisiese volver tendría siempre mi sitio. Desde que cogí la excedencia, dejasteis de contestarme a nada y tras su finalización seguís en silencio", ha escrito.

Para terminar, ha dicho, de manera muy irónica, "lo orgullosos" que deben estar de "haber conseguido" que ya no trabaja allí. "Por mi parte estoy mucho más cerca de salir del pozo de mierda y depresión en el que me metisteis y por fin sin miedo a hablar públicamente", ha sentenciado.