Durante una entrevista, a Mujica le preguntaron qué podía tener en común con el papa Francisco, siendo un ateo declarado. Su respuesta, como tantas otras veces, dejó una huella de sensatez y profundidad: “Humanidad. Es un hombre que está tratando de modernizar la Iglesia, dándole un tono de volver a las bases, de humildad y compromiso”. Lejos de la confrontación, Mujica agregó: “Soy ateo y mi país es el más laico, pero admiro a la Iglesia. El pueblo de Latinoamérica es profundamente católico y yo no quiero divorciarme de mi pueblo”. Sus palabras han sido celebradas en redes como un ejemplo de respeto, empatía y verdadera conexión con la gente.