Mi mejor amiga, Chloe, odia tanto cortar cebolla que ella cree que, si Dios existe y tiene un gusto dantesco por los castigos personalizados, acabará siendo condenada a cortar cebolla durante toda la eternidad en el más allá. A ella el sabor de la misma le da igual, así que nunca la corta por voluntad propia.
Pero a mí sí que me gusta el sabor de la cebolla. No me gusta mucho cruda, pero sí caramelizada, frita, o como base del sofrito de las lentejas, del chili o de las costillas. Así que yo sí corto cebolla frecuentemente, aunque no muy felizmente.
Una vez, después de que los ojos empezaran a picarme y a llorarme con una maldad inusual, puse en Google "cortar cebolla sin llorar" con la esperanza de que algún Edison moderno hubiera inventado algo útil. Pero no encontré nada de eso. Pero sí que encontré un montón de soluciones potenciales y vi que generaciones y generaciones de cocineros llorosos habían desarrollado decenas de métodos para detener las lágrimas.
Así que decidí probar 15 métodos y productos de los que encontré. Corté una cebolla amarilla orgánica con cada uno de los métodos, esperando unos minutos entre cada una de las pruebas para anotar los resultados y para que se restablecieran mis conductos lagrimales. Después, volví a repetir las pruebas utilizando cebolla blanca y cebolla roja para asegurarme de que los resultados eran los mismos que al utilizar cebollas amarillas.
He cortado casi nueve kilos de cebollas para realizar este experimento y probar los diferentes métodos. Esta foto muestra la mitad de las cebollas que corté. Y a mitad de camino de la realización de mi experimento —cuando ya había probado ...
1
18
Método: cortar la cebolla utilizando un cuchillo de chef sin afilar y una tabla de cortar normal.
Resultado: ligero dolor y lagrimeo después de estar un minuto cortando, pero, como es la primera cebolla, nada demasiado grave.
Rebecca Orchant/The Huffington Post
2
18
Método: un editor de Gastronomía del Huffington Post Estados Unidos afiló el cuchillo siguiendo un método casero, utilizando la parte de abajo de una taza de cerámica. Entonces, corté la cebolla de la misma manera que antes.
Resultado: es...
Joe Satran/The Huffington Post
3
18
Método: pelar la cebolla, cortarla a la mitad y dejarla en remojo durante una hora antes de cortarla.
Resultado: este método reduce el lagrimeo, pero no lo elimina por completo. Además, las cebollas ya cortadas quedan un poco aguachentas y ...
Joe Satran/The Huffington Post
4
18
Método: mete la cebolla en el congelador una hora y media antes de cortarla.
Resultado: funciona perfectamente. Ni me dolieron ni me lloraron los ojos cuando corté esta cebolla. Aunque, una vez más, la cebolla cortada estaba fría, cosa que...
Joe Satran/The Huffington Post
5
18
5c8b2208240000f7054ceffd
Joe Satran/The Huffington Post
6
18
Método: abre el grifo y corta la cebolla bajo el chorro de agua.
Resultado: me sentí como un idiota poniéndome a cortar la cebolla debajo del grifo, pero admito que funcionó. No lloré en absoluto. Lo único es que este método añade un m...
Joe Satran/The Huffington Post
7
18
Método: echa vinagre blanco por toda la tabla antes de cortar la cebolla.
Resultado: solo parece ser útil para desperdiciar el vinagre y dejar un leve saborcillo ácido a la cebolla.
Joe Satran/The Huffington Post
8
18
Método: humedece el cuchillo y después esparce un poco de sal por la hoja antes de cortar la cebolla.
Resultado: la sal hace que la cebolla suelte mucha más agua de lo normal, aunque, curiosamente, hace que se reduzca un poco el lagrimeo. P...
Joe Satran/The Huffington Post
9
18
Método: come chicle mientras cortas la cebolla (en mi caso, he escogido chicles de sabor hierbabuena).
Resultado: este método no fue útil en absoluto. Incluso me resultó extrañamente difícil concentrarme en masticar el chicle y cortar la...
Joe Satran/The Huffington Post
10
18
Método: sujeta un trozo de pan con la boca y que sobresalga mientras cortas la cebolla.
Resultado: sorprendentemente, esto no sirve para nada. Solo para hacerme parecer idiota mientras cortaba la cebolla.
Bonnie Kavoussi/The Huffington Post
11
18
Método: enciende una vela cerca de la tabla de cortar antes de empezar a cortar la cebolla.
Resultado: sorprendentemente, funcionaba. Y es relativamente fácil de hacer. La llama de la vela se iba haciendo más grande y brillante a medida que...
Joe Satran/The Huffington Post
12
18
Método: ponte unas gafas específicas para cortar cebolla.
Resultado: si empiezas a cortar la cebolla con las gafas puestas, funcionan estupendamente. Pero si empiezas a cortar sin ponerte las gafas, cortas un poco y luego te las pones, son u...
Joe Satran/The Huffington Post
13
18
Método: pensé que las gafas para cortar cebolla no sujetaban lo suficiente, así que probé con las gafas de natación.
Resultado: era como llevar las gafas para cortar cebolla, pero con resultados intensificados. Es decir, si te las pones a...
Joe Satran/The Huffington Post
14
18
Método: utiliza un cortaverduras como este.
Resultado: los tres métodos en los que se utilizan aparatos de cocina comparten una desventaja: hay que pelar y cortar por la mitad la cebolla antes de poder utilizarlos, cosa que puede hacer que s...
Joe Satran/The Huffington Post
15
18
Método: utiliza un cortador diseñado específicamente para cebollas como este.
Resultado: aunque tiene las mismas desventajas que los otros aparatos, es el que mejor funciona. Haciendo presión con el codo, conseguirás una cebolla cortada d...
Joe Satran/The Huffington Post
16
18
5c8b220c240000f404a42c9a
Joe Satran/The Huffington Post
17
18
La mayoría de los métodos que probé ayudaban a disminuir las lágrimas que provoca la cebolla, pero muchos de ellos tenían grandes desventajas. Un cuchillo afilado marca la diferencia, así que afila los cuchillos regularmente, si puedes. Si...
Rebecca Orchant/The Huffington Post
18
18
He cortado casi nueve kilos de cebollas para realizar este experimento y probar los diferentes métodos. Esta foto muestra la mitad de las cebollas que corté. Y a mitad de camino de la realización de mi experimento —cuando ya había probado ...
Joe Satran/The Huffington Post
Este artículo fue publicado originalmente en la sección de Comida de la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.
Ve a nuestra portada
Facebook
Twitter
Instagram
Pinterest