Siete Juegos y 28 años: punto y final a la maldición de las finales por equipos
Desde Atlanta 1996, el deporte español no se alzaba con un oro olímpico por equipos. Repasamos el camino de finales perdidas en estos 28 años.
Hemos tardado 28 años. Eso son siete Juegos y varias generaciones de deportistas por el camino. Pero al fin llegó el día... y no podía ser en mejor fecha. Porque la selección masculina de fútbol no sólo ha logrado un oro mayúsculo ante Francia y en Francia. También ha revitalizado a una delegación muy tocada por un viernes que ha sentenciado cualquier cálculo optimista en el medallero. Y, de paso, ha roto una 'maldición' que pesaba en el deporte olímpico español desde Atlanta 1996.
Desde hace casi tres décadas España no ganaba una final de equipos en unos Juegos Olímpicos. Pasaron Sidney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016, Tokio 2020 y hasta alguna ahora en París 2024. Por el camino, varias generaciones.
En la ciudad estadounidense, España logró dos oros de equipos hasta ahora sin igualar. El conjunto de gimnasia artística y el waterpolo masculino escucharon el himno desde lo alto del podio. Nadie podía saber entonces que no volvería a sonar en homenaje de otro combinado hasta este viernes 9 de agosto.
En el intento de estos 28 años se quedaron buena parte de los equipos recogidos en el programa olímpico. En Sidney, precisamente, fue el mismo fútbol masculino el que perdió el oro del modo más cruel, al caer en los penaltis contra la Camerún de Eto'o, Geremi o Kameni.
Sin finales por equipos en Atenas 2004, más allá de la plata del dúo de voley playa Bosma-Herrera, Pekín 2008 repartió un par de derrotas finales. Inolvidable la de la selección masculina de baloncesto ante el 'Dream Team' de EEUU en el para muchos mejor partido de baloncesto FIBA o más (va por gustos). Esa plata a muchos le supo a oro... pero fue plata, como la del hockey masculino, derrotada por la mínima (1-0) por Alemania.
La 'Familia' repetiría plata en baloncesto en Londres 2012, en otra final ajustada, aunque menos que cuatro años antes, frente a la todopoderosa EEUU. Y con idénticas banderas se jugó el waterpolo femenino. Con un mérito descomunal, las Laura Ester, Jennifer Pareja, Maica García o Anni Espar, dieron la cara ante una, por entonces, imbatible selección estadounidense, que se impuso por 8-5.
Río 2016 también fue territorio del baloncesto español, aunque en este caso femenino. La selección, en un torneo histórico, llegó hasta la lucha por el oro, que apenas fue tal frente a una EEUU aún más intratable que el combinado masculino. También en aquellos desastrosos Juegos en Brasil logró la plata el equipo de gimnasia rítmica.
El coronavirus estuvo a punto de mandar al traste los esperadísimos Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Finalmente, tuvieron lugar un año más tarde, sin público y sin buena parte del alma que llena este evento. Con unas gradas extrañamente carentes de gentío, la selección femenina de waterpolo volvió a intentar la conquista del oro. De nuevo contra EEUU y de nuevo, sin éxito. Ese día, de hecho, no salió nada a las de Miki Oca hasta caer por un clarísimo 5-14. Y como ellas, también se quedó a un paso del oro el fútbol masculino, que lo tuvo en su mano hasta que Malcom dio el título olímpico a Brasil en la prórroga.
La suerte de estas casi tres décadas pudo cambiarla la selección femenina de baloncesto 3x3 en su histórico pase a la final de París 2024. En su primera aparición olímpica, España consiguió batir a EEUU en semifinales pero no pudo con Alemania en la gran final, dejando el premio en una plata que, a la postre, ha sido una de las grandes sorpresas positivas de la delegación española en estos Juegos Olímpicos.
Hasta que este viernes 9 de agosto, el fútbol masculino ha roto una maldita racha para devolver a España a lo más alto del podio olímpico. Y de paso, a reverdecer los laureles de la inolvidable generación que se alzó con el oro en Barcelona 1992, hace ya 32 años.