La norma protege a nivel federal el matrimonio interracial y entre personas del mismo sexo, un triunfo en la lucha por la igualdad ante los vientos retrógrados del Supremo.
En suma, la inmensa revolución por hacer en unas sociedades en las que todavía somos prisioneros de las divisiones jerárquicas que nos impone el patriarcado.
Los socios de Gobierno y parlamentarios presentan una batería de enmiendas a la futura norma con un claro mensaje: mantener la ley tal como salió del Consejo de Ministros