China se come al gigante europeo de los paneles solares

China se come al gigante europeo de los paneles solares

El fabricante alemán Meyer Burger espera ayudas públicas antes del fin de semana para evitar el cierre de una de las mayores fábricas de placas solares en Europa.

Un trabajador del grupo Meyer Burger trabaja en la planta de Freiberg en la que se fabrican paneles solares y que ahora está parada.Sebastian Kahnert

El competitivo y pujante mercado de los paneles solares, en el que China tiene el dominio mundial y en el que también ha invertido el actor Leonardo Di Caprio, dejará de surtirse, al menos durante un tiempo, de las placas que se ensamblan en una de las factorías más grandes que se han construido para tal efecto en Europa: la que tiene el grupo alemán Meyer Burger en la localidad de Freiberg, cerca de Dresde, en el este de Alemania.

Desde hace unos días, la planta está en silencio. Las máquinas de las que salían alrededor de 5.000 placas solares cada días están paradas porque el grupo alemán declaró pérdidas de 300 millones de euros en 2023 por culpa de la competencia china. De momento, el cierre de la fábrica de Meyer Burger en Freiberg es temporal, pero todo apunta a que será definitiva después de la asamblea general extraordinaria convocada por la dirección.

"Cuando ves las máquinas paradas y no haces nada, se siente raro. Todos esperábamos que esto pudiera continuar. Cuando uno se ve obligado a parar debido a circunstancias externas, es un duro golpe", lamenta Max Lange, uno de los 500 trabajadores de la factoría alemana al portal de noticias France Info. 

El mismo medio explica que el principal problema al que se enfrenta Meyer Burger está relacionado con las subvenciones. Desde hace un año, China ha inundado el mercado europeo con sus paneles solares, que se venden más baratos que los alemanes, gracias a las importantes ayudas que inyecta el Gobierno chino en su industria. "No es un juego de igual a igual. Es injusto porque tenemos que soportar todos los costos de producción de un módulo solar mientras están subvencionados por el Estado en otros países", lamenta Ronald Müller, director de producción de la gigafactoría de paneles solares.

"En toda Europa hay una explosión en las instalaciones de paneles solares. Así que destruir nuestra propia industria para volvernos casi dependientes de China no es responsable. Ya hemos vivido esto con el gas de Rusia y ya sabemos a dónde nos ha llevado. No es sólo la industria solar en Alemania la que está en peligro, sino la industria solar en Europa", señala Wolfram Günther, ministro de Energía, Clima, Medio Ambiente y Agricultura de la región de Sajonia.

La compañía espera que, antes de que llegue el fin de semana, las autoridades alemanas anuncien ayudas públicas para evitar el cierre de una factoría que se construyó solo hace tres años. Por el momento, según explica la empresa germana, centrará su actividad en sus plantas de Estados Unidos, donde la industria solar recibe subvenciones desde 2022.