Por qué sí es importante que Ana Rosa se vacune en directo

Por qué sí es importante que Ana Rosa se vacune en directo

Así ven los expertos el gesto de la presentadora de Telecinco.

Hasta la cocina. Las cámaras de El programa de AR han emitido en directo esta mañana la vacunación de Ana Rosa Quintana en el estadio Wanda Metropolitano. La presentadora, que ha recibido la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca, ha asegurado que no tiene “ningún miedo” y que todas las vacunas son buenas y salvan vidas”.

Ana Rosa es la líder indiscutible de las mañanas en televisión desde hace 16 años y su programa reúne de media a 735.000 espectadores cada día, por lo que han sido miles los españoles que esta mañana han visto cómo la presentadora recibía el pinchazo.

En España, políticas como Esperanza Aguirre y famosas como Norma Duval han inmortalizado el proceso de vacunación. Pero, ¿sirve de algo? ¿Tienen en cuenta los más escépticos a estos rostros conocidos?

Ante esta situación excepcional de vacunación masiva y de ciertas reticencias sobre las vacunas de AstraZeneca y Janssen, muchos se preguntan si gestos como el de Ana Rosa Quintana, en un programa de máxima audiencia de la franja matutina, ayudan a concienciar a la población sobre el beneficio y la necesidad de vacunarse. Para el médico de atención primaria Javier Padilla este hecho “no perjudica, lo cual ya es bastante en el contexto en el que estamos”. 

“En el caso de Ana Rosa, bienvenido sea. No sé si suma, pero desde luego no resta. En otros ámbitos podría caerse en la espectacularización, pero en este caso, creo que adelante”, explica Padilla. 

El epidemiólogo y exdirector de la Acción Sanitaria en Crisis de la OMS Daniel López Acuña recuerda que esta práctica es muy común en otros países. “Esto es algo que ocurre mucho en muchas partes del mundo, hay lugares donde presidentes del Gobierno o primeros ministros se vacunan públicamente. En algunos países funciona y en otros no, depende mucho de la opinión pública o la ciudadanía”, explica. De hecho, hemos visto vacunarse a mandatarios internacionales como Boris Johnson o Joe Biden, pero también a Dolly Parton, Ian McKellen e incluso algunos han bromeado con ello como Ryan Reynolds.

En la franja de edad de personas como Ana Rosa, el riesgo de acabar ingresado en la UCI por covid en población general es más de 600 veces mayor que el de vacunarse en este caso con AstraZeneca
Ignacio Rosell, especialista en medicina preventiva y salud pública de la Universidad de Valladolid

“Creo que en sí mismo no tiene nada de malo ni nada de extraordinario, es algo que agrega a la credibilidad, siempre y cuando se haga con objetividad, sin sensacionalismo y en el marco de lo que está pautado en cuanto a prioridades de vacunación”, añade. Para el experto es especialmente importante que los rostros conocidos dejen claro que no tienen ningún tipo de privilegio y que reciben su dosis en función al plan de vacunación, especialmente después de los casos de varios cargos públicos o de figuras como las infantas Elena y Cristina.

“Hay que cuidar que nadie se salte el turno por ser celebridad, sino para que se muestre que también ellos se vacunan. Si es para que den un mensaje positivo, adelante. Creo que no saltar el turno es fundamental cuando se opera en una lógica de salud pública con grupos prioritarios y vulnerables”, detalla.

Para Ignacio Rosell, especialista en medicina preventiva y salud pública de la Universidad de Valladolid, es importante no caer en una “espectacularización”, pero sí cree que pueden dar un buen mensaje. “Es importante trasladar un mensaje de confianza, así que en este caso es adecuado. No me parece bien que ahora se genere una cultura vacunal del espectáculo, pero ejemplos concretos como el caso de la Consejera de sanidad de Castilla y León, que también se ha vacunado esta semana, me parecen bien”, explica. 

El médico destaca que de este modo la población “ve que las élites se están vacunando con las mismas vacunas que el resto” y esto puede restar escepticismo con AstraZeneca. “En la franja de edad de personas como Ana Rosa o la consejera, el riesgo de acabar ingresado en la UCI por COVID en población general es más de 600 veces mayor que el de vacunarse en este caso con AstraZeneca. Y ellas lo que están transmitiendo es que no es peligroso vacunarse”, detalla.

“Hay dudas sobre quiénes son realmente los motores en el cambio de opinión de la población. Existen dudas sobre si sería más positivo para la estrategia de vacunación que se vacunara en directo Pedro Sánchez o tu enfermera de familia, ya que estas figuras de cercanía pueden motivar un cambio de conducta”, señala Javier Padilla.

Un estudio llevado a cabo por investigadores de las universidades de Northeastern, Harvard, Northwestern, and Rutgers publicado en enero revela que los políticos pueden generar rechazo entre las personas que tienen dudas respecto a la vacunación. Los médicos, científicos o personas cercanas son los que pueden marcar la diferencia en un escéptico. Es más útil darle a la gente recomendaciones y razones para vacunarse que decirle que el político de turno se ha puesto la vacuna. Los investigadores pidieron a los 25.000 encuestados que escribieran el nombre de su vaccine influencer y los deportistas y actores tuvieron un impacto mínimo.  

Estas figuras de cercanía pueden motivar un cambio de conducta
Javier Padilla, médico de familia

Por su parte, Daniel López Acuña aboga por mandar “mensajes múltiples que sean asertivos, útiles y transparentes que den seguridad y confianza”. Para el epidemiólogo, los profesionales sanitarios tanto los que ven pacientes como los que trabajan en salud pública tienen que “expresar con mucha claridad que los riesgos no superan los beneficios”. Además, pide a las autoridades sanitarias y gubernamentales no dejar de insistir en un mensaje tranquilizador y utilizar la pedagogía.

Precisamente este viernes, el Gobierno ha lanzando la campaña #Yomevacunoseguro, en la que aparecen imágenes de personas anónimas que han recibido la vacuna. Concretamente, Vera Rodríguez, enfermera; Sonia Zúñiga, viróloga; y Juan Contreras, jubilado. Cualquier esfuerzo es poco para intentar que se vacunen el mayor número de personas posibles.