La RAE resuelve la duda de una de las onomatopeyas que más usamos en Whatsapp
En español, la “j” representa un sonido gutural que se asemeja al que se produce al reírse, especialmente en una carcajada.

La RAE, en su función de velar por el buen uso del español, ha abordado en varias ocasiones la cuestión de las onomatopeyas, y en particular, la de la risa. Aunque no se trata de una palabra en sentido estricto, sino de una representación gráfica de un sonido, la risa escrita tiene ciertas convenciones que la Academia considera adecuadas. Según la RAE, la forma más común y aceptada de escribir la risa en español es “ja, ja, ja”, con comas que separan cada sílaba, especialmente en contextos formales o narrativos.
Esta forma con comas responde a una lógica gramatical: al tratarse de una repetición de una misma interjección, se recomienda separarlas como si fueran elementos de una enumeración. Así, en un texto literario o periodístico, lo correcto sería escribir: “Y entonces soltó una carcajada: ja, ja, ja”. No obstante, en contextos informales, como mensajes de texto o redes sociales, es perfectamente válido prescindir de las comas y escribir simplemente “jajaja”, lo cual refleja una risa fluida y espontánea.
La elección de la letra “j” no es arbitraria. En español, la “j” representa un sonido gutural que se asemeja al que se produce al reírse, especialmente en una carcajada. Por eso, la RAE desaconseja el uso de otras letras como la “h” o la “x” para representar la risa, aunque estas puedan aparecer en otros idiomas o dialectos. Por ejemplo, formas como “hahaha” o “xaxaxa”, comunes en inglés o en algunos países de habla no hispana, no se consideran propias del español normativo.
Además, la Academia reconoce que existen variaciones en la forma escrita de la risa que pueden reflejar matices emocionales o de intención. Así, “jejeje” puede sugerir una risa irónica o contenida, mientras que “jijiji” puede interpretarse como una risa más aguda o nerviosa. Estas variantes no están prohibidas ni son incorrectas, pero deben usarse con conciencia de su carga expresiva y del contexto en que se emplean.
En cuanto a la longitud de la risa escrita, la RAE no establece un límite específico, pero recomienda evitar excesos que dificulten la lectura o parezcan poco naturales. Es decir, escribir “jajajajajajajaja” puede ser válido en un chat entre amigos, pero no resulta apropiado en un texto académico o en una obra literaria seria. La moderación, como en muchos aspectos del lenguaje, es clave.
Cabe destacar que la RAE no incluye estas onomatopeyas en su diccionario como entradas independientes, ya que no son palabras con significado léxico, sino representaciones fonéticas. Sin embargo, sí ha respondido a consultas sobre su uso a través de su servicio de dudas lingüísticas, lo que demuestra el interés que despierta este tema entre los hablantes.
En definitiva, aunque la risa escrita es una forma de expresión libre y creativa, existen pautas que ayudan a mantener la coherencia y la claridad en la comunicación. La RAE no impone una única forma válida, pero sí orienta sobre las más adecuadas según el contexto. Así, el “ja, ja, ja” con comas se reserva para lo formal, mientras que el “jajaja” sin comas reina en lo cotidiano. Y aunque la risa no siempre se puede contener, al menos en la escritura, conviene saber cómo representarla correctamente.