Cómo recogen tus datos las 'apps' de control menstrual y cómo proteger tu privacidad

Cómo recogen tus datos las 'apps' de control menstrual y cómo proteger tu privacidad

La derogación de la protección del derecho al aborto en Estados Unidos ha colocado de nuevo a estas aplicaciones en el punto de mira.

Aplicación con un calendario menstrual.MicrovOne via Getty Images/iStockphoto

La derogación de la sentencia Roe contra Wade en Estados Unidos ha dejado a millones de mujeres desprotegidas, sin derecho al aborto y, en algunos estados, perseguidas con penas de cárcel. El fallo del Tribunal Supremo ha despertado una ola de indignación internacional, recordando que los derechos conquistados son frágiles. De hecho, los jueces conservadores del tribunal amenazan ahora con derogar otros derechos fundamentales como el matrimonio igualitario.

Desde el viernes pasado, cuando se conoció el fallo, cientos de organizaciones han dado pautas, consejos y recursos a las mujeres en situación de vulnerabilidad, además de todo tipo de recomendaciones. Una de las más sorprendentes, la que decía que pedía a todas las personas que tenían descargada una aplicación para controlar el ciclo menstrual, que la eliminaran inmediatamente de su teléfono móvil.

Cientos de mujeres y algunas asociaciones han mostrado su preocupación por la huella digital que puedan dejar los datos de estas aplicaciones que monitorizan la regla y pueden llegar a saber si una usuaria se ha quedado embarazada antes que ella misma. El miedo es que estos datos puedan utilizarse en un juicio para denunciar a una mujer que se ha sometido a un aborto.

A raíz de lo que ha pasado en Estados Unidos, ¿debe preocuparnos en España? ¿Son seguras este tipo de herramientas? “Depende de qué aplicación usemos, los permisos que le concedamos, cuánta información volquemos en ella y el contexto en el que nos encontremos”, cuenta el equipo de Eticas Foundation

La firma española ha analizado doce aplicaciones de control del ciclo menstrual para saber si respetan la privacidad, cómo utilizan los datos que recaban y si los comparten con terceros. De hecho, en 2018, una investigación de Privacy International destapó que varias aplicaciones habían compartido datos con terceras empresas. El equipo de Eticas hace especial hincapié en la sensibilidad de los datos que manejan este tipo de apps y todas las relacionadas con la salud.

“Recogen información sobre las fechas de sangrados o los días fértiles, los síntomas o nuestro estado de ánimo (en caso de que los indiquemos) y, más allá de esta clase de información, otros datos personales como nuestro nombre, fecha de nacimiento, email, ubicación o, incluso, si las vinculamos con otras aplicaciones, aquella información que hayamos compartido en estas otras”, relatan desde la consultora sobre su funcionamiento. 

Después de analizar doce populares aplicaciones, WomanLog ha salido reforzada como la más respetuosa con la privacidad y los datos de sus usuarias, mientras que Period Tracker y My Fitness (Xiaomi), las que menos, ya que ni siquiera está clara su política de privacidad. El equipo de Eticas explica que el principal problema de algunas de esas apps es que ”no especifican a quién venden esta información y, a menudo, la mayoría de apps que venden información lo hacen a una empresa de compra-venta de datos (data brokers), por lo que ni ellas mismas saben en manos de quién puede acabar”. 

De hecho, mencionan una sanción a Flo, que fue multada después de descubrirse que “vendían información a empresas como Google y Facebook”, a pesar de que no lo recogían en su política de privacidad.

Diferencias entre Estados Unidos y Europa

La política de privacidad es el caballo de batalla entre aplicaciones y usuarios, y en este ámbito hay diferencias relevantes entre las normativas europea y estadounidense. “Para que sean lícitas, en Europa tienen que tener una base legal. ¿Y eso qué quiere decir? Pues que el usuario tiene que dar el consentimiento para el tratamiento de los datos, o que los datos que te están pidiendo sean necesarios para darte un servicio. Por ejemplo, si te están pidiendo datos de salud para calcularte lo que tienes que hacer para llegar a X objetivos si es para lo que usas la app”, explica Sergio de Juan-Creix, profesor colaborador de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y experto en derecho digital. 

El docente revela que la normativa europea en esta materia es “pionera” y que algunos países fuera del continente están comenzando a introducir aspectos similares en su legislación, mientras que en Estados Unidos, al ser cada estado prácticamente independiente, todavía no es así y tienen una normativa más laxa. “La legislación comunitaria aplica a sociedades fuera de Europa que tengan datos de ciudadanos europeos”, cuenta de Juan-Creix sobre la protección de datos. 

Para el abogado, la clave para que nuestros datos estén protegidos es el “consentimiento”. “Que utilicen esos datos para lo que nosotros hemos consentido, por ejemplo, para mandar una notificación cuando me tiene que venir la regla, si es la finalidad de la aplicación. Lo que no se puede hacer es usarlo para otras cosas, para tener métricas… si tú te desvías, estás cometiendo una ilegalidad”, señala.  

Pueden utilizar esos datos para lo que nosotros hemos consentido, por ejemplo, para mandar una notificación cuando me tiene que venir la regla. Lo que no se puede hacer es usarlo para otras cosas, para tener métricas… si te desvías, estás cometiendo una ilegalidad
Sergio de Juan-Creix, profesor colaborador de la UOC y experto en derecho digital.

Esos consentimientos son, según el equipo de Eticas que ha participado en el estudio, “una puerta abierta a la posibilidad de compartir datos”. “Seamos realistas, ¿quién lee las políticas de privacidad de las apps que usa? Estamos seguras de que la mayoría de las usuarias que han concedido ese consentimiento no lo ha hecho a sabiendas de todo lo que ello implica”, defienden.

Según Sergio de Juan, la posibilidad de que los registros de una aplicación para controlar la regla terminen en un juicio para denunciar a una mujer por un aborto “es un poco de teoría de El cuento de la criada”, pero aún así recomienda pensárselo dos veces antes de descargarse una aplicación.

Para el equipo de Eticas, aunque en España la protección sea mayor que en Estados Unidos a las mujeres “debe preocuparles independientemente de lo sucedido” todo lo que estas apps saben sobre sus usuarias. “Se trata de información muy personal y sensible que dudamos que deseen compartir a propósito. El caso de EEUU lo que hace es poner aún más énfasis en las graves consecuencias que la recogida y la venta de esta información puede tener a la hora de vivir en contextos en los que los derechos de la mujer son especialmente vulnerados, pero esto no debe restar importancia al hecho de que, viviendo en contextos más “favorables”, estén utilizando nuestra información con fines desconocidos”, insisten.

La consultora espera que esta situación “crear conciencia sobre el impacto negativo que la huella digital que dejamos puede tener sobre nosotras en el futuro”, y no únicamente en este tipo de apps, sino de cualquiera en Internet. “Todo lo que hacemos en el entorno digital queda registrado y existe la posibilidad de que esta información pueda usarse en nuestra contra”, recuerdan.

Todo lo que hacemos en el entorno digital queda registrado y existe la posibilidad de que esta información pueda usarse en nuestra contra
Equipo de Eticas Foundation que ha participado en el estudio sobre 'apps' de control menstrual.

Recomendaciones para curarse en salud

Desde Eticas recomiendan utilizar este tipo de herramientas “en formato web”, pero si se quiere sí o sí tener la aplicación descargada en el móvil, aconsejan “revisar bien la política de privacidad de la app, los permisos que nos solicita, no crearnos ninguna cuenta e introducir la menor cantidad de información posible”.

Es algo parecido a lo que propone Sergio de Juan, que señala que “la confianza que te den” estas apps es importante. “Un consejo antes de descargar una aplicación de este tipo o de cualquier otro, es comprobar quién está detrás, de dónde es, cuántos usuarios tiene… Saber a quién le estás dando los datos”, apunta. 

El profesor también aconseja fijarse mucho en los permisos. “Una app del ciclo menstrual no tiene porque tener acceso a tu micrófono o a tu agenda de contactos. Eso es algo fundamental a revisar”, ejemplifica. De Juan, además, insiste en que este tipo de comprobaciones deben hacerse independientemente de la finalidad del servicio: “Lo deberíamos hacer con todas las aplicaciones que nos descargamos, porque hasta la más inocente, si está mal, puede hacerse con tus datos”.