La izquierda para los pies a Pablo Iglesias

La izquierda para los pies a Pablo Iglesias

El aburrimiento de Iglesias en el Gobierno es una de las razones más citadas entre las fuentes consultadas.

Pablo IglesiasEuropa Press News via Europa Press via Getty Images

24 horas después del golpe de efecto de Iglesias, la épica y la efervescencia han dejado paso a la cruda realidad. La política madrileña no es una serie de Netflix aunque a veces lo parezca. Y la izquierda se ha tomado con absoluta desconfianza la mano tendida del líder de Podemos. No se lo creen.

La respuesta ha sido rápida, Más Madrid se resiste al abrazo del oso. No está dispuesto a sacar de plano a la mujer que se lo ha estado peleando durante la pandemia, Mónica García, porque el momento personal del vicepresidente primero del gobierno coincida con una oportunidad como esta. La oferta de que García fuese primera en una presunta lista conjunta no les resulta fiable a los antiguos colegas de Iglesias. Y el Partido Socialista de Madrid (PSM) prefiere esperar a que los acontecimientos coloquen a cada uno en su lugar, quizá porque el votante socialista no es precisamente fan de Iglesias y creen que Gabilondo ha ganado votantes en una sola jornada.

Nadie pensaba que era una propuesta en serio, sino una táctica muy típica de Pablo, una escenografía

Desde que ayer se produjera el bombazo, nadie en las filas de Más Madrid dudó de que la respuesta sería un rotundo no. “El único debate ha sido cómo formular la respuesta. Nadie pensaba que era una propuesta en serio, sino una táctica muy típica de Pablo, una escenografía. Ha muerto gente en Madrid por las políticas de Ayuso y no vamos a entrar al trapo”, apunta un diputado de Más Madrid en la Asamblea, que tiene claro que su campaña se va a centrar en la gestión de la presidenta del PP y que no van a entrar a ningún tipo de provocaciones.

Entre los purgados de Podemos, ex dirigentes y ex amigos de Iglesias, la sensación general, una vez digerido el anuncio, es de que se trata de una “pirueta fuera de contexto, porque el contexto ha cambiado tanto con la pandemia que no creo que procedan estas actuaciones estelares en medio de la tristeza y la depresión que padece la sociedad española, según el último CIS. Le mueve el afán de protagonismo, el aburrimiento y los viejos rencores. Es una operación muy temeraria. Ya hay ejemplos recientes, como el de Carmena en el Ayuntamiento, que demuestran que al final todos pierden”, como apunta uno de sus ex colegas. Los mismos con los que en tantas ocasiones diseñaron planes como los que ahora ofrece para fagocitar a supuestos socios. “Ya lo hizo con Equo y también con Willy Meller”, apunta un antiguo colaborador.

No quiere tener que irse como Albert Rivera, obligado por pegarse el batacazo

El aburrimiento de Iglesias en el Gobierno es una de las razones más citadas entre las fuentes consultadas. También, que no quiere tener que irse como Albert Rivera, obligado por pegarse el batacazo. “Se va porque se aburre, pero todavía más se va a aburrir en la Asamblea de Madrid. Lo sé por experiencia. Pablo se tiene que ir con este resultado electoral, habiendo sido vicepresidente de un Gobierno. Ha elegido muy bien cómo hacerlo. Tu personaje público a veces te produce disonancia contigo mismo, porque no te ves como lo hacen los demás. Pablo no quiere pasar a la historia como el de la poltrona y el chalet de Galapagar. Él tiene esa cosa soldadesca como de los tercios de Flandes y prefiere irse como un héroe” explica el que fuera uno de sus amigos.

Entre los socialistas cunde la idea de que se ha hartado de no tener poder real, “solo el de ser oposición desde su despacho de gobierno” -según un compañero del Ejecutivo-, además de que no se podía permitir que Podemos saliera de la Asamblea tras los malos resultados de las últimas elecciones territoriales. De esta manera, deja espacio a Irene Montero para que se escuche más su voz en los Consejos de Ministros y tenga mayor foco mediático.

Hay una petición generalizada desde Moncloa a todos los cargos de no hacer valoraciones sobre esta jugada, mientras se recompone el Gobierno y las tareas. Pero tras el shock inicial hay una sensación de alivio. “Nuestro candidato representa un espacio donde puede haber ciudadanos deseosos de una opción serena y convincente. Han empeorado las condiciones de salud física y mental, las económicas, y pueden tener mucha escucha medidas concretas con una voz seria y de prestigio personal en el contexto de polarización que se ha generado. Es muy arriesgado por parte de Pablo, pero desde el punto de vista partidista nos viene bien, incluso a Más Madrid también porque tiene una buena candidata, que ha sabido centrarse en la salud con rigor durante la pandemia”, explica un alto cargo socialista. En el PSOE tampoco acaban de ver tan claro que Iglesias le haga un favor a Yolanda Díaz.

Pablo se va e Irene se queda, y es ella la que va a controlar Podemos

La operación Yolanda Díaz se gestó el pasado mes de septiembre, que fue cuando la actual titular de Trabajo pactó con Iglesias que le sustituiría cuando él dejase el Gobierno, aunque no estaba previsto que fuese ahora sino más adelante. Una vez repartidos los fondos europeos. “Quiere que reine pero no que gobierne. Pablo se va e Irene se queda, y es ella la que va a controlar Podemos. No hay más que ver que no es Yolanda, a la que acaba de ungir como candidata a la presidencia por Podemos, quien elige a su sustituta sino que la designa Pablo y es una íntima de Irene, Ione Belarra. Se va queriendo dejar atado el control de Podemos”.

Quienes conocen bien a Díaz no están tan seguros de que se vaya a ceñir al guión previsto, ni de que lo que queda de Podemos vaya a cerrar filas con Montero. “Podemos es un partido de supervivientes tras las sucesivas purgas, y los que han sobrevivido tratan de pasar desapercibidos para que no se fijen en ellos y les laminen. Una vez se vaya Pablo, vete a saber qué pasa”, advierte un ex alto cargo del partido.

Para eso, todavía queda un poco más que para la cita electoral del 4 de mayo. La campaña arranca con las posiciones de salida muy claras. Y sin que Iglesias vaya a poder liderar al bloque de izquierdas. ¿Y qué va a hacer Pablo Iglesias cuando se vaya del todo? Quienes le conocen bien lo tienen claro: se va a ir hacer las Américas. “Un par de años en alguna universidad americana le vendrían bien para poner tierra de por medio y poder volver a andar por la calle sin que le señalen o le increpen. Estaría encantado de volver a dar clases. También le gustaría recuperar La tuerca”. Ya lo destacó ayer Facu Díaz en twitter al acompañar el vídeo del anuncio de Iglesias: ‘En busca de tranquilidad’.

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Ana Ramírez Cañil es periodista. Nació en Madrid, pero es de Rascafría. Ha trabajado en Cinco Días, en la revista Mercado, en la primera La Gaceta de los Negocios. Entre 1984 y 1985 vivió en Nueva York. Redactora jefe del semanario El Siglo, directora de «Informe Semanal», delegada de El Periódico de Catalunya en Madrid, subdirectora de soitu.es. En 2010 crea con Pilar Portero la web de política y economía tu2is.es. Es Premio Espasa de Ensayo por La mujer del Maquis y autora de Si a los tres años no he vuelto (Ed. Espasa). Sigue a Ana Cañil en Twitter en http://twitter.com/anarcanil Pilar Portero es periodista, ha trabajado, por orden cronológico, en Radio3, en la revista de información general El Siglo, en el Negocios de El País, en el Magazine de El Mundo, en la Sección de Madrid de El Mundo, en elmundo.es, desde el año 2000. Es una de las fundadoras de soitu.es, en donde trabajó desde 2007 hasta el cierre. En 2010 crea con Ana R.Cañil la web especializada en política y economía tu2is.es. Sigue a Pilar Portero en Twitter en http://twitter.com/pilarportero