Olivia Newton-John, una estrella más allá de 'Grease'

Cinéfilos de distintas generaciones y amantes del musical Grease lloran este lunes la muerte de su protagonista femenina, Olivia Newton-John. La intérprete, que ha fallecido a los 73 años, llevaba varias décadas padeciendo cáncer de mama.

Fue Grease la cinta que le dio fama mundial a la artista británico-australiana, pero su curriculum era bastante más extenso. Newton-John comenzó como cantante. Su primer éxito fue una versión de If Not for You, en 1971, un single compuesto por Bob Dylan.

En 1974 llegó a representar a Reino Unido en Eurovisión. Quedó en un nada desdeñable cuarto puesto —era el año de ABBA con Waterloo— con la canción Long Live Love.

Tras la experiencia eurovisiva le llegó el éxito musical al otro lado del charco, con temas como Have You Never Been Mellow.

Terminó trasladándose allí para desarrollar su carrera como cantante pop y country, lanzando éxitos como Physical, en el año 81.

Por aquel entonces ya era archiconocida: en 1978 se había embarcado en Grease, la adaptación a la gran pantalla del musical de Broadway que acabó convirtiéndose en la película más taquillera del siglo. En ella interpretó a la inolvidable Sandy, pareja de Danny Zucko, a quien dio vida John Travolta —en 2018 se reencontraron por el 40º aniversario de la película—.

Posteriormente participó en Xanadu, a la que no le fue igual en taquilla pero cuya banda sonora sí triunfó. Como curiosidad: fue la última película de Gene Kelly.

Como cantante cosechó cuatro premios Grammy —estuvo nominada en 12 ocasiones— y, entre otros reconocimientos, fue distinguida como Dama Comandante de la Orden del Imperio británico y le fue otorgada una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

Entre otros momentazos, protagonizó un cameo en la serie Glee, en la que parodió precisamente el videoclip de Physical.

El cáncer de mama le fue diagnosticado en 1992; se mantuvo en remisión pero en 2017 sus médicos detectaron que se le había extendido a otras zonas del cuerpo, como el sacro.

Lideraba una fundación con su nombre, dedicada a la investigación de la medicina vegetal y el cáncer, para la que su esposo ha pedido donaciones “en vez de flores” a quienes quieran expresar sus condolencias.