¿Puede el teletrabajo destruir tu ciudad?

¿Puede el teletrabajo destruir tu ciudad?

Los efectos secundarios del teletrabajo.

Alistair Berg via Getty Images

Es probable que hayas oído hablar del concepto “efectos secundarios”. Básicamente, cuando algo sucede tiene consecuencias. Cuando empezamos con el teletrabajo, por ejemplo, las oficinas se quedaron vacías, las personas dejaron de desplazarse en transporte para ir a trabajar y todo el mundo se volvió un experto usando Zoom.

Los efectos secundarios son las consecuencias de las consecuencias. Se trata de seguir la cadena de causalidad en el futuro. Nueve meses después de que comenzásemos con este experimento de trabajo, estamos empezando a ver algunos de los efectos secundarios, y realmente, son tremendos, mucho más importantes de lo que pensábamos al principio.

Por ejemplo, en Estados Unidos se está produciendo una migración en masa, ya que las personas que trabajan desde casa están dejando las ciudades más caras y se están instalando en áreas periféricas mucho más asequibles. Datos recientes de Upwork muestran que entre 14 y 23 millones de estadounidenses están planeando mudarse debido al teletrabajo.

Con esta migración en masa están surgiendo algunas preguntas complejas para los empleados, especialmente para aquellos que planean adoptar el teletrabajo en un futuro. Por ejemplo, ¿se debería pagar menos a las personas que trabajan desde casa y viven en áreas más asequibles que a aquellos que viven en zonas más caras? Reddit ha sido de los primeros en este sentido al prometer que pagará a todos lo mismo independientemente de dónde vivan. En mi opinión, a pesar de que este enfoque parece igualitario, en realidad perjudica a las personas que viven en las grandes ciudades, y puede llegar a ser contraproducente.

El teletrabajo promete cambiar no sólo la forma en que hacemos nuestro trabajo, sino cómo vivimos nuestras vidas.

También está la realidad de que nuestras ciudades y pueblos se construyeron, en algunos casos durante siglos, en torno a la idea del trabajo presencial. Las oficinas se agruparon en el centro de la ciudad, los restaurantes y las tiendas se situaron a su alrededor y el transporte se creó para llevar a los trabajadores de un lado a otro. Pero el teletrabajo pone en peligro todo ese ecosistema y los innumerables puestos de trabajo que dependen de él, tanto es así que los economistas del Deutsche Bank comentaron que los empleados que están teletrabajando deberían estar sujetos a un impuesto del 5% para compensar estos impactos económicos y apoyar a los trabajadores con menores ingresos que todavía tienen que ir a trabajar de forma presencial.

El panorama general aquí es que los efectos secundarios del teletrabajo están empezando a sentirse, y prometen cambiar no sólo la forma en que hacemos nuestro trabajo, sino cómo vivimos nuestras vidas.

Artículos que merece la pena leer:

  • Crianza de los hijos 2.0: Muchos padres se han visto obligados a compaginar durante la pandemia el cuidado de sus hijos y la educación con sus responsabilidades laborales. Y esto les está pasando factura emocional, en forma de agotamiento, culpa, frustración y compromisos interminables. La autora y experta en paternidad Daisy Dowling sostiene en Harvard Business Review que lo que se necesita es una nueva concepción radical de lo que significa la paternidad laboral, que incluya “una visión sin disculpas de uno mismo como persona única, entera y completa” y “una predisposición a la visibilidad y a la acción”. 
  • Se acercan los pasaportes Covid: Ya tenemos la vacuna para el coronavirus, pero lo complicado, por supuesto, es que se tardará meses en administrar la vacuna a todos. Mientras tanto, ¿cómo podemos saber quién es seguro para viajar, asistir a conciertos, ir a trabajar, etc.? El certificado de inmunidad digital es una actualización de las antiguas “tarjetas amarillas” emitidas por la OMS para certificar las vacunas. Axios informa de varias opciones emergentes, como la codificación de información en pasaportes biométricos o tarjetas de identificación inteligentes o, mejor aún, el uso de la funcionalidad NFC de los smartphones.   
  • Oficinas vacías como viviendas asequibles: Más consecuencias de los efectos secundarios del teletrabajo. En Manhattan, sólo el 10% de los trabajadores volvió a la oficina a finales de septiembre. Esas cifras se recuperarán, pero continuar con el teletrabajo en un futuro significa que un gran número de oficinas seguirán vacías. Entonces, ¿por qué no convertir este espacio de oficinas inactivo en nuevos proyectos residenciales, especialmente viviendas asequibles que se necesitan con urgencia? Bloomberg señala que esta idea está ganando adeptos, no sólo en Nueva York, sino en todo el país.