Rusia en Jarkov: logros, objetivos y escenarios de la nueva gran ofensiva sobre Ucrania

Rusia en Jarkov: logros, objetivos y escenarios de la nueva gran ofensiva sobre Ucrania

Moscú logra el mayor avance en su invasión en año y medio, sobre todo en el noreste. Vienen semanas decisivas que pueden cambiar el curso de la contienda. 

Un edificio residencial dañad por los ataques de Rusia, el pasado 14 de mayo, en Jarkov.SERGEY KOZLOV / EPA / EFE

Ucrania sabía que Rusia estaba planeando una ofensiva. Lo avisaba su inteligencia y la de sus aliados occidentales. La veía venir, pero de intuirla a saber qué tiene Vladimir Putin en la cabeza hay un trecho. La andanada, al fin, ha llegado, o al menos su primera etapa, un poco antes de lo esperado, un poco más al norte y bastante más rápida. 

En los últimos días se suceden las informaciones de tropas rusas penetrando sin mucho problema en suelo ucraniano, en la zona de Jarkov, de aldeas ocupadas por sus uniformados, de puentes levantados, ucranianos en retirada y civiles que dejan sus casas apresuradamente. En una semana, los invasores han logrado su avance más importante en año y medio. ¿Pero qué significa este ataque? ¿Qué consecuencias puede tener? ¿Se puede parar?

Para entender estos días negros para Ucrania hay que remontarse al pasad 10 de mayo. Ese día, fuerzas rusas penetraron en la zona fronteriza al norte de Jarkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, la que antes de la guerra superaba el millón y medio de habitantes y que un día fue capital del país. 

Desde entonces, se han apoderado de al menos nueve aldeas de la zona y tiene en jaque a la ciudad de Vovchansk, de casi 18.000 vecinos. La agencia AFP, usando informes del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) de Estados Unidos, ha calculado que Rusia se ha hecho entre el 9 y el 15 de mayo con 278 kilómetros cuadrados de territorio ucraniano, 257 en la zona de Jarkov y 21 más en distintos puntos de la línea de frente, como la sureña ciudad de Robotine, que las tropas de Volodimir Zelenski habían recuperado en agosto de manos rusas. Las fuerzas invasoras tienen en sus manos ya más del 20% del país vecino.

Fuentes de Inteligencia de EEUU citadas por la radio pública de EEUU, la NPR, sostienen que en los cinco primeros días de esta ofensiva Rusia ha podido avanzar en un terreno de entre cinco y siete kilómetros desde su frontera y ha podido establecer dos cabezas de puente separadas. 

Ucrania ha tenido que reconocer que se ha visto superada en armas y efectivos, por lo que mandó a sus soldados "a posiciones más ventajosas", o sea, los replegó. No obstante, el jueves y viernes pasado consiguió controlar parte del avance ruso, con más de una decena de combates diarios, y sus Fuerzas Armadas afirman ahora que repelen "todos los ataques" en la zona, que está "bajo control" porque ha logrado "golpear concentraciones de tropas" invasoras, pese a que Rusia, denuncia su Estado Mayor, estaría usando incluso bombas de racimo -prohibidas- en la región. 

El presidente Zelenski, ante esta acelerada ofensiva, decidió anular su agenda internacional, que incluía visitas a España y Portugal, para estar pendiente de la evolución de los acontecimientos. El jueves fue incluso a Jarkov, en un intento de animar a su tropa. "A día de hoy, la situación en la región está por lo general controlada, nuestras tropas infligen al enemigos pérdidas sustanciales. Pero esta dirección continúa siendo extremadamente difícil, reforzamos nuestras unidades”, dijo en sus redes sociales a su regreso. 

Moscú guarda silencio sobre lo que hace y sus intereses y sólo ha confirmado, ante las reiteradas preguntas de la prensa, que ha "liberado" cinco villas. Sergei Shoigu, el nuevo jefe del Consejo de Seguridad de Rusia y extitular de Defensa, sólo ha dicho que el ejército está avanzando en todas direcciones.

Aunque los funcionarios ucranianos pronosticaban que habría ofensiva antes del verano, se esperaba más hacia finales de mayo o principios de junio. Que este ataque fuera "ampliamente anticipado" y que las tropas rusas hayan entrado en la zona "con aparente facilidad" plantea preguntas sobre la defensa de Ucrania y hasta provoca "una alarma considerable y acusaciones de errores de seguridad". 

En marzo, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Syrskyi, recordó a la agencia nacional de noticias del país que sus tropas tenían un exitoso historial en lo que respecta a la defensa de Járkiv. "Si los rusos vuelven allí, Jarkov se convertirá en una ciudad fatal para ellos", advirtió. Ahora no se ven tan claras esas afirmaciones. 

Las fortificaciones no eran las mejores y los campos minados, las zanjas antitanque o los famosos dientes de dragón que dio tiempo a colocar han resultado insuficientes. Kiev ha reconocido que los continuos bombardeos de la zona le impidieron reforzar mejor esa línea. Eso, sumado a su retirada, despejó el camino a los rusos. Se han producido incluso relevos en altos mandos de la región, lo que evidencia que algo ha fallado. Ahora la urgencia es recomponerse y defenderse. 

Un policía ucraniano ayuda a Viktor, de 84 años, un anciano discapacitado, a dejar su casa en Vovchansk, cerca de Jarkov, el pasado 13 de mayo.GEORGE IVANCHENKO / EPA / EFE

Lo que puede venir

Mykola Bielieskov, investigador del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos de Kiev, sostiene que los movimientos vistos hasta ahora evidencian que Rusia ha acometido una "incursión inicial", no es la guerra total, la invasión definitiva, porque está usando un número "relativamente pequeño" de militares, al menos por ahora. Sus objetivos serían "bastante limitados". Sin embargo, calcula que tiene concentradas al otro lado de la frontera entre 30.000 y 35.000 efectivos y "sigue reforzando la ofensiva en curso", por lo que esta situación puede cambiar en los próximos días.

A su entender, como explica en un análisis publicado en el Atlantic Council, Putin ha dado este primer paso ante la decisión de EEUU de enviar un paquete importante de ayuda a Kiev, 61.000 millones de dólares aprobados recientemente tras meses de retraso más los misiles de largo alcance ATACMS. Intenta "aprovechar la ventana de oportunidad restante antes de que nuevas entregas de armas estadounidenses lleguen al frente".

¿Qué es lo que pretende con esta incursión? El propio Putin, el viernes pasado, dijo que no tiene planes de tomar Jarkov y que su ofensiva tiene que ver con la defensa de las regiones fronterizas rusas. No es el mandatario mundial con más credibilidad, pero aún es complicado saber qué quiere de veras. Por eso, no hay que perder de vista la posibilidad de que efectivamente vayan a por la ciudad, que no sólo es grande, no sólo tiene muchos vecinos, no sólo está bien situada, sino que es un símbolo: Ucrania la reconquistó en otoño de 2022, en una ofensiva callada que maravilló a todos. Todo un golpe de efecto

Si los rusos logran avanzar y establecer un punto de apoyo a unos 15 kilómetros de la frontera, o sea, si duplican su penetración actual, eso colocaría a la ciudad al alcance de su artillería y "eso puede llevar la destrucción al siguiente nivel", indica el experto. Hay combates en la zona de Lyptsi, a unos 20 kilómetros de las afueras del norte de la capital. 

Jarkov, pese a la alegría de su recuperación, arrastra meses muy duros, desde principios de año ha sido diana predilecta de los ataques de Moscú, en marzo ya quedaron destrozadas sus centrales eléctricas, complicando mucho la vida de los civiles, y sus distritos residenciales están sometidos constantemente a las bombas planeadoras, los drones y los misiles. 

Su alcalde, Ihor Terekhov, ha advertido repetidamente que su ciudad corre el riesgo de convertirse en una "segunda Alepo", en referencia a la ciudad siria reducida a escombros hace casi una década tras los bombardeos de las fuerzas rusas y sirias. Pero también cabe la posibilidad de que no necesariamente se quiera reventar la ciudad, sino hacerla inhabitable. Sin luz, agua, vías de alimentos. Eso obligaría a la gente a irse y, entonces, las condiciones serían mejores para la toma, una fase para la que harían falta bastantes soldados más. 

Unos rescatistas inspeccionan un edificio residencial dañado durante un ataque con misiles rusos en Jarkov, el 14 de mayo de 2024Vyacheslav Madiyevskyy / Reuters

Jarkov sólo está detrás de Kiev y Dnipro en importancia económica para Ucrania, por lo que su pérdida podría ser un punto de inflexión en la guerra y afectaría duramente el potencial industrial de los atacados. Pero eso necesita mucho mucho esfuerzo: "se necesitaron 80.000 soldados rusos para capturar la devastada ciudad oriental de Avdiivka en febrero pasado", recuerda la BBC, por lo que "una ciudad mucho más grande como Jarkov requeriría números que Rusia no tiene".

Para Bielieskov, por ahora se puede apostar por la posibilidad de crear una "zona de amortiguación" a lo largo de la frontera con Jarkov, "algo de lo que Putin y otros líderes del Kremlin han hablado repetidamente en los últimos meses". Usaban la expresión "zona sanitaria" para hablar de un espacio que protegería la región de Belgorod (sur) de ataques con drones o misiles, que son diarios, afectan a infraestructura importante y están causando bajas civiles. En la zona ha habido hasta incursiones de paramilitares rusos antiPutin con base en Ucrania. 

El ISW ha apuntado igualmente como posible este plan, al ver que los rusos de dirigían a Vovchansk, cinco kilómetros Ucrania adentro. Por su ubicación, la ciudad puede servir para crear alrededor un colchón "para defenderse de los propios ataques transfronterizos de Ucrania" e incluso, luego, con más medios, ir a por Jarkov. Eso se completaría con nuevo avance transfronterizo hacia la ciudad de Sumy, al noroeste. El jefe de espionaje militar de Ucrania, Kyrylo Budanov, cree que un "pequeño grupo de fuerzas" está esperando allí, listo para actuar, dijo esta semana en un canal de Telegram. 

También se baraja que el objetivo sea más humilde, pero útil: intentar "desestabilizar las defensas de Ucrania", abriendo un frente que no era el más encarnizado, generando "dilemas" en la cúpula militar de Kiev sobre cómo actuar, desplazando a militares que están en otras zonas calientes de combate, haciendo que queden desatendidas, sobre todo en el Donbás. Una estrategia que la propia Ucrania ha usado antes. 

Este ataque terrestre, uno de los más importantes desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, podría ayudar a Putin, además, a preparar el terreno para ir a una mesa de negociaciones. Lo lleva ofreciendo, de palabra, desde hace meses: en su discurso navideño ante la prensa internacional o en el del Día de la Victoria de este mes, sin ir más lejos. No hay contactos desde hace dos años, pero el mandatario ruso sabe que llegar a ellos en un momento de poderío en la guerra le da ventaja. 

En junio hay prevista una cumbre en Lucerna (Suiza), los días 15 y 16, a la que Rusia no está invitada pero sí se espera la presencia de hasta 50 naciones. El primer paso es desarrollar un "entendimiento común entre los Estados participantes con vistas a lograr una paz global, justa y duradera en Ucrania", señaló el Gobierno suizo cuando la anunció. Sus esfuerzos se centran ahora en atraer a China, el gran socio del Kremlin

Luces largas y medios

Durante muchos meses la guerra se ha prolongado y las fuerzas rusas han logrado avances menores, con un gran costo humano, especialmente en la región oriental de Donetsk. Por eso, más allá de Jarkov, poniendo las luces largas, se espera que Rusia lance una ofensiva en verano que zarandee las cosas, que permita expandir su avance por el Donbás, con el objetivo de cortar las líneas de suministro de Kiev y luego dar a sus fuerzas una ruta tanto hacia el norte como hacia el sur.

Tres meses después de la captura de Avdiivka, que fue su mayor medalla en lo que va de año, ahora ha puesto sus miras en otros objetivos en la región de Donetsk, más al noroeste, incluida la estratégicamente importante ciudad de Chasiv Yar, situada en la cima de una colina. Es lo que afirman los reportes de guerra del Ministerio de Defensa de Reino Unido, publicados en sus redes sociales. Ya se han trasladado tropas ucranianas de este territorio a Jarkov, ante la presión rusa. 

Al obligar a Ucrania a comprometer tropas, defensas aéreas y artillería para la defensa de su segunda ciudad, también se ejercería presión en la línea del frente más al sur, cerca del río Dniéper y luego se amenazaría a la gran ciudad sudoriental de Zaporiyia, entienden sus especialistas. 

Un tanque reventado en la región de Jersón, el pasado 16 de mayo.Valentyn Ogirenko / REUTERS

En Kiev se estima aún que la fuerza rusa en su país asciende ahora a más de medio millón de efectivos. Eso ha dejado al ejército local superado en personal y armamento. Putin ahora dedica aproximadamente el 8,7% de toda la producción económica (PIB) de Rusia a la defensa y la seguridad y por ahora esa economía de guerra le aguanta, pese a las sanciones internacionales. Los invadidos no pueden competir con eso. El análisis del Atlantic Council entiende que el Kremlin trata de "capitalizar sus ventajas considerables", de uno a diez en personal y misiles, y hacerlo cuanto antes, tras dos años de contienda que se esperaba rápida. A pesar de los informes sobre los planes rusos de movilizar a 300.000 efectivos más pasadas las elecciones de marzo, no hay aún noticias de ello, una medida que sería muy impopular en Rusia. 

Hay otro factor esencial en los meses por venir: si llega o no llega armamento para Kiev desde Occidente, cuál es su naturaleza y para qué se puede emplear. El titular de Defensa de Reino Unido no ha podido ser más claro: "Siento que el mundo, realmente, se ha quedado dormido esta vez", ha dicho respecto a la petición de ayuda de Zelenski y los suyos. En el último año y medio casi no ha llegado nada nuevo y, desde luego, lo que hay no es ni será determinante para ganar la guerra. La llegada de la ayuda de EEUU y también de la europea (se aprobaron otros 50.000 millones de euros) se espera con ansia para cambiar las cosas, en un momento decisivo, fundamental. 

No sólo es que haya llegado menos de lo que Kiev reclama, sino que lo que se ha enviado no se ha podido usar de forma ofensiva contra Rusia, por limitaciones impuestas por sus socios en un intento de no aparecer como agresores y evitar la internacionalización de la guerra. "Guerrear con una mano atada a la espalda", como repiten desde Exteriores de Ucrania en cada encuentro internacional. 

Mykola Bielieskov lamenta que las restricciones impuestas para usar las armas sólo en suelo de Ucrania "contradicen toda lógica militar" y han acabado creando "condiciones excepcionalmente favorables" para Rusia. Eso ha permitido, por ejemplo, la situación de estos días, el avance en Jarkov, porque se han podido concentrar en la frontera y prepararse para atacar "sin temor a ser blanco de ataques". No se puede contraatacar eficazmente por esas limitaciones, dice. Necesita ese "derecho" o le será "extremadamente difícil" derrotar esta ofensiva y lo que pueda venir. "Nada de esto significa que Rusia tenga garantizado el éxito, pero sí hace mucho más difícil que Ucrania prevalezca", concluye.