Fueron solo siete años, pero dieron para mucho. La insólita historia de amor entre el escritor peruano Mario Vargas Llosa y la reina de la prensa rosa, Isabel Preysler, ocupó numerosas portadas, la mayoría de ellas con el beneplácito de la pareja, previo pago de la exclusiva. 

La nueva faceta del celebrity del escritor fue duramente criticada por las élites intelectuales y por buena parte de su entorno que no entendían esos reportajes presumiendo de su maduro enamoramiento, sus posados en photocalls de mediáticas fiestas o sus apariciones en el documental de Tamara Falcó y en Masterchef Celebrity mostrándo su apoyo a la marquesa de Griñón.

Esta es la cronología de la relación que acaparó la atención de la crónica social a través de portadas y programas:

Un robado ¿posado?

En junio de 2015, la revista ¡Hola! publicó en exclusiva unas fotos de la pareja abandonando un restaurante de la capital madrileña. 

El escritor y la socialité se conocían desde hacía tiempo y habían disfrutado de cenas con sus respectivas parejas -Miguel Boyer y Patricia Llosa- en el pasado. Un viaje a Londres organizado por Porcelanosa les había vuelto a unir y al regresar decidieron disfrutar de algunas salidas juntos.

¡Una relación confirmada!

Dos meses después, y tras varias portadas de íntimas salidas y planes juntos, además de la confirmación por parte del escritor de su separación de Patricia Llosa, los propios protagonistas confirmaron su relación. En un amplio reportaje de la pareja en Nueva York, donde se había celebrado otra fiesta de Porcelanosa, vestidos de fiesta y entre gestos de cariño, declaraban: "Estamos muy seguros de lo que hemos hecho".

Estrellas de las revistas y los photocalls

Tras afianzar y hacer pública esa relación, la pareja se convirtió en objetivo constante de la prensa del corazón. Durante ese tiempo se convirtieron en codiciados invitados a cualquier acto social: iban a fiestas, bailaban, posaban como dos estrellas de Hollywood en los photocalls, asistían a encuentros literarios, inauguraban la temporada del Teatro Real, viajaban y compartían momentos en familia, con la de ella porque la de él nunca vio con buenos ojos esa relación.

Llegaron a sonar incluso campanas de boda y lo contaron, cómo no, en una nueva exclusiva de ¡Hola!.

La inesperada ruptura

Después de semanas de rumores, la protagonista de esta historia, de nuevo en su revista de cabecera, confirmó la ruptura en diciembre de 2022: "Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente”. Numerosas fuentes en ese momento apuntaron a los celos del autor de La tía Julia y el escribidor como la principal causa de la ruptura.

El escritor, columnista de El País, aprovechó el medio en el que colaboraba para dar su versión sobre ello:  “No me arrepiento de nada, éramos de dos mundos distintos”.

El regreso al clan familiar

El fin de la historia de amor entre Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa fue recibido con especial entusiasmo entre los tres hijos de él, Morgana, Álvaro y Gonzalo, que le reintegraron en la vida familiar de manera inmediata. 

Vargas Llosa regresó a su casa de Lima y poco a poco recuperó la relación con su exmujer Patricia Llosa. A ella le dedicó el último de sus libros Le dedico mi silencio (2023), novela que el peruano escribió aún siendo pareja de Preysler y que en un principio iba a ser para ella.