El actor Richard Chamberlain ha fallecido a los 90 años en la noche de este sábado en Hawaii. Tal y como ha informado la agencia de noticias Reuters, ha sido como consecuencia de unas complicaciones que ha tenido el intérprete derivadas de un derrame cerebral. 

La agencia cita como fuente al publicista Harlan Boll, que ha adelantado la noticia al medio especializado en cine Variety. El intérprete pasa a la historia como uno de los galanes de la pantalla en la década de los 60, que saltó a la fama gracias a Dr. Kildare. 

Fue precisamente este rol el que motivó que se convirtiera en todo un ídolo adolescente. Según Reuters, el prestigioso periódico británico The Guardian llegó a afirmar que aquel Chamberlain, de 27 años, "parecía esculpido por un dios amoroso con mantequilla, miel y gracia". 

De ídolo adolescente a rey de las miniseries, la carrera de Chamberlain estuvo marcada en la década de los 80 precisamente por este tipo de proyectos. Algunos de sus papeles más destacados de aquella época son Ralph de Bricassart en El pájaro espino, el profesor Henry Higgins, en My fair lady y Jason Bourne en El caso Bourne. 

No sólo creció como artista en la pantalla, también lo hizo sobre las tablas. De hecho, trabajó en Broadway, hizo musicales, series y hasta cine. 

Uno de los aspectos que destaca de la vida del actor no tiene tanto que ver con su carrera. Desde Reuters han reflejado que salió del armario y, a partir de hacerlo público, empezó a combinar personajes tanto heterosexuales como homosexuales. 

Durante tres décadas mantuvo una relación sentimental con el escritor y también actor Martin Rabbett. Ambos trabajaron juntos en Allan Quatermain y la ciudad perdida de oro y, aunque su relación concluyó en 2010, mantuvieron una gran amsitad.