Un aperitivo que se alarga, una comida con sobremesa, una noche de fiesta... Todo el que haya vivido alguno de estos momentos posiblemente se haya levantado al día siguiente con la tan temida resaca.

Aunque se debe beber con moderación, a veces la 'cosa' se complica y la mañana de después resulta de lo más incómoda. Dolor de cabeza, malestar general, sensación de mareo... son algunos de los efectos de la resaca.

Pero ahora, una investigación publicada en la prensa europea intenta atajar este problema con un truco. Mezclar determinados alimentos con determinadas bebidas alcohólicas para generar un 'maridaje' positivo en el cuerpo.

El vino es una de las bebidas alcohólicas más consumidas y degustadas, con un mundo de conocimiento y matices a su alrededor. Pero también tiene sus peligros. Contra esto, apuntan a la idoneidad de comer carnes a la parrilla, queso, fruta, mariscos y pescados o pollo.

Si tu apuesta es el vodka debes comer previamente alimentos como tocino o diferentes piezas de carne y pescados salados.

En cuanto al coñac o el brandy, bebidas más propias de la sobremesa, recomiendan consumir antes carnes magras, quesos curados, paté, frutas o chocolate.

Y qué pasa con el whisky. Uno de los destilados más tipicos, bien sea sólo o combinado, también cuenta con una lista de alimentos ideales para prevenir un 'golpe' etílico al día siguiente. Son, por ejemplo, el jamón, el pescado y conservas, el queso o las setas, así como la fruta. 

Eso sí, hay alimentos que no son recomendables si hay previsión de beber alguna que otra copa. Es el caso del tomate fresco, por su acidez, o carnes especialmente grasas por suponer más 'carga' tanto al hígado como al pancreas.