Entrañan un peligro que pasa por la erradicación de especies autóctonas locales, fundamentales para el sector económico, pero también el riesgo de catástrofes medioambientales en ríos.
Su creciente presencia ha supuesto una importante alteración del equilibrio ecológico y de la industria pesquera y acuícola en lagunas costeras y estuarios fluviales.