Lleva en paradero desconocido desde que hace dos semanas incumpliera la entrega de sus hijos al padre y contra ella pesa una orden de detención dictada el martes.
Rivas "tuvo que escapar de la isla italiana Carloforte, en la que vivía con su expareja y padre de sus dos hijos" por estar "sometida a una situación insostenible de violencia psicológica y física".
La custodia compartida impuesta no responde al beneficio de los hijos y las hijas como ha demostrado su aplicación en estos años. Todo lo contrario, muchos niños y niñas ha crecido en medio del conflicto y en ocasiones, en medio de relaciones violentas hacia sus madres. Lo único que debemos imponer es la protección, el bienestar y la seguridad de todos estos niños y niñas.
La custodia compartida requiere una serie de circunstancias muy exigentes, y en consecuencia, inhabituales. Precisa de un cierto grado de estabilidad -pedir cordialidad quizá sea excesivo- en la relación de las partes en litigio.