Existe mucha bibliografía sobre cómo trabajar con las personas que van a consulta para disminuir los pensamientos relacionados con una posible enfermedad. Suelen acudir por recomendación del doctor; que ve cómo, por más que comparte con esa persona las explicaciones médicas apropiadas a cada caso, el malestar no disminuye.
Una nueva tribu urbana frecuenta las consultas de los médicos de familia. Son jóvenes de 18 a 35 años que piden cita inquietos ante la aparición de un grano, un manchita en la piel, una mínima molestia abdominal o una molestia en el hombro derecho al adoptar alguna postura inverosímil.
Deja de repetirte pruebas si te han dicho que no tienes nada físico. Dar vueltas a las cosas que no dependen de ti produce más sufrimiento que soluciones. El ébola, las vacas locas y la gripe aviar no dependen de lo mucho que te cuides o de que estés atento a las noticias. No conseguirás controlar nada.