islam
En Francia, las mujeres son libres
En Francia pensamos que una mujer que quiere bañarse no tiene por qué quedarse en la sombra. Y que las mujeres no deben ser objeto de la mínima dominación. Pensamos que hay una clara dominación masculina desde el momento en que se considera que el cuerpo de la mujer debe ser apartado del espacio público. El burkini no es un traje de baño anodino. Es una provocación.
No quiero vivir en una Europa que persiga a la gente por sus creencias o su apariencia
Desde hace unas semanas, Europa está irreconocible. Su gente parece estrecha de miras y mezquina. Europa está perdiendo los valores que hacen que tantos europeos -especialmente los más jóvenes- se enorgullezcan de serlo: la libertad y la tolerancia. Estos dos valores son los pilares de una sociedad abierta y liberal.
La islamofobia fomenta el extremismo y ayuda a ISIS
Los ciudadanos musulmanes que viven en Occidente se han convertido en juguetes, por no decir marionetas, en las manos de los islamófobos occidentales, de Al Qaeda y de ISIS. Los musulmanes y su religión son el blanco del discurso islamófobo.
¿Debemos acostumbrarnos a vivir bajo la amenaza terrorista?
España debería ser una voz autorizada en la lucha europea contra el terrorismo. Acumulamos una dolorosa experiencia que nos hace conscientes del valor de la ley y de unos servicios de seguridad e inteligencia bien coordinados. Éste debería ser un motivo más, yo diría que uno de los prioritarios, para que quienes tienen la posibilidad y responsabilidad de formar gobierno lo hagan ya, prescindiendo de intereses cortoplacistas.
Bruselas y el Euro-Islam
No contribuiremos en absoluto a solucionar el problema del terrorismo yihadista en Europa si lo consideramos una enfermedad exógena. Es un terrorismo nacional, europeo, nacido de las mismas fuentes de radicalización social que son tan populares entre esos jóvenes que citaba antes, los que no reciben en Europa una aculturación europea y, como alternativa, conciben un retorcido sentido del Islam incompatible con su tiempo y lugar.
'My Enemy, My Brother': un Oscar para los refugiados
El nihilismo se vence con valores. Y el nihilismo terrorista se vence con valores democráticos: la libertad, la solidaridad, la igualdad. Y es la defensa irreductible (y conjunta) de estos valores universales que nos unen como especie humana la que nos permite enfrentarnos al horror, y no dar un paso atrás en la garantía de respeto universal a los derechos humanos que nos hemos dado.
Si las bombas fuesen la solución, el mundo sería un mar de paz
Es razonable que, después de ataques como el 11-S en EEUU, o en el más reciente de Paris, los gobiernos lancen algún tipo de represalia. Más allá de la mala puntería que caracteriza a la alta tecnología, estas reacciones son justificables. Sin embargo, apenas consideramos un contexto más amplio, aparecen las razones.
Sí a la guerra... pero con música
Para los musulmanes más fanáticos, que son los salafistas, la música es haram, el término para designar lo prohibido. La teoría es que los cánticos distraen a los creyentes y les impiden concentrarse en la adoración de Alá, por lo que invitan a la desobediencia y deben ser evitados. La prohibición no está en el Corán; el problema es la Sunna.