madre

Kafka no permite entrar a los nuevos hospitales

Kafka no permite entrar a los nuevos hospitales

El pasado domingo me sentí víctima de una situación surrealista, una situación enormemente kafkiana: un hijo que va a visitar a su madre al hospital y que no puede verla porque el hospital tiene prohibido informar sobre la habitación en la que descansan los pacientes.
¡Ay, mi madre!

¡Ay, mi madre!

Madres e hijas van de la mano y al mismo tiempo necesitan distanciarse para ser mujeres únicas, independientes, seguras de sí mismas. Un camino que no es posible sin un análisis de esta relación desde el cariño y la necesidad de reconciliarse con el mundo.