La derrota del magnate en las urnas es sólo el comienzo de una travesía para, primero, rehabilitar la democracia estadounidense, y después, construir una alternativa realmente progresista y transformadora.
La cooperación internacional va a ser imprescindible para superar el coronavirus y afrontar un futuro que cambie nuestras ciudades, mejore el ambiente, proteja las vidas.